El español que en años recientes ha hecho de tierras aztecas su casa, nuevamente consigue un lleno total en el recinto de avenida Reforma en la capital del país.
Las imágenes que se pueden usted ver incluidas en la nota hablan más de lo que, quien escribe esto, pudiera decir. Pablo Alborán después de por llenar dos noches consecutivas el Teatro Gran Rex de Buenos Aires, el malagueño llegó a México para ganarse el reconocimiento total del público.
Primero fue la apoteosis en Querétaro y a continuación llegó al Auditorio Nacional de México DF, donde también colgó el cartel de ‘No quedan entradas’. Aquellos escenarios fueron como dos ollas de presión de emoción y buenas vibraciones. Y, como viene ocurriendo a lo largo de toda la gira, los asistentes a sendos conciertos vivieron sus momentos de especial emoción. Como ya es habitual, en cada velada Pablo se reserva el derecho a cambiar el orden de las canciones para regalar siempre algo especial a su público.
En el Auditorio Nacional, el malagueño hizo suyo el clásico “Un viejo amor”, de Alfonso Esparza y Adolfo Fernández, un himno. Después, por si fuera poco, invitó a subir al escenario a Carlos Rivera para cantar juntos Tanto. Fue una noche redonda para los afortunados que consiguieron su entrada al concierto.
Para el ‘Tour Terral 2016’ Pablo Alborán renovó totalmente la puesta en escena de sus conciertos incorporando nuevo decorado y efectos de luces. El repertorio se basa por supuesto en los títulos de su último álbum Terral, canciones que el cantante habitualmente alterna con éxitos de sus primeros discos en estudio o canciones más recientes, como Palmeras en la nieve, tema central de la película del mismo nombre. Pero siempre es de esperar que el músico tenga guardado algún as en la manga.
Una noche que los presentes seguramente recordarán la próxima vez que piensen o escuchen la música del español.
aegm.