PARÍS,- La República de Irlanda sólo le había ganado una vez en toda la historia a Italia. Fue en la Copa del mundo de Estados Unidos en 1994. Ganó Eire por 1-0, gol de Ray Houghton. En Lille se rompió la tradición. Un tanto de Brady en el minuto 85 sirvió para que los irlandeses pasaran a la siguiente ronda. La República de Irlanda tuvo el premio a su fe inquebrantable, apoyados por su gran afición.
La Azzurra cometió el mismo error que España ante Croacia, creer que ya tenía todo hecho, que el resultado era inalterable. Eire jugará en Lyon en octavos contra Francia
Antonio Conte aprovechó el partido ante la República de Irlanda para poder dar descanso a jugadores clave cara al partido de octavos frente a España. Con relación al duelo frente a Suecia que significó la clasificación azzurra se quedaron de salida fuera: Buffon, Chiellini, Candreva, Pellé, Eder, De Rossi, Parolo y Giaccherini. Hizo una rotación a fondo en todas las líneas. Seguro que Vicente del Bosque y sus ayudantes, que conocen bien a Italia, no pudieron sacar muchas conclusiones del partido ante Eire. No en vano no jugaron hace mucho entre ellos en Udine con empate final (1-1), con tanto de Aduriz.
Además, no quería correr riesgos por el mal estado del terreno de juego del estadio Pierre Mauroy de Lille. El seleccionador italiano se quejó amargamente antes del inicio del encuentro de cómo estaba el césped, impropio de una fase final de un Euro. Prueba de ello es que, al término del Italia-Eire, la UEFA lo cambió para que en el partido Alemania-Eslovaquia del próximo domingo estuviera en condiciones.
La Azzurra lo que no cambió fue el habitual esquema de Antonio Conte, el consabido ‘3-5-2’, con tres centrales y los dos laterales adelantados completando el centro del campo. Su zona más importante tanto para defender como para atacar. La presión que hacen los italianos, con las líneas muy juntas, ha mejorado muchísimo en relación al equipo que vapuleó la Roja en Kiev en la final del Euro 2012 que entrenaba Cesare Prandelli. El dúo atacante Zaza e Inmobile se complementó menos que el de Pellé y Eder que se enfrentarán a la Roja. Igual pasó atrás dónde Ogbonna no es ni de lejos Chiellini.
A Eire sólo le servía ganar para pasar. Por eso salió algo más ofensiva que en otros partidos. Martin O’Neill puso en liza a cuatro cambios: Shane Duffy, Richard Keogh, James McClean y Daryl Murphy.Pero sólo eran capaces de crear peligro a pelota parada.La mejor, un remate de Murphy que Sirigu conjuró en sensacional intervención. La contrapartida italiana fue un intencionado tiro de Ciro Inmobile que salió fuera por poco.
Aunque la ocasión más clara debió ser un clamoroso penalti de Bernardeschi a McClean que el colegiado rumano, Ovidiu Hategan, que estaba delante, no sancionó. Fue un empujón meridiano del italiano al irlandés.
La segunda parte siguió igual que la primera. Sólo se animó algo con una excelente volea de Zaza, que remató tal como le venía, que casi sorprende al portero Randolph. En esa fase de partido, Italia pareció desconectarse del partido. Ya ni presionó ,ni defendió igual. Su suerte es que Eire no es un equipo con un potencial rematador que quite el sueño. Antonio Conte, con cara de pocos amigos, se desesperó en su área técnica.
En las pocas oportunidades de que dispusieron los azzurri, Insigne, que había entrado por Inmobile, remató a la base del poste. Italia es así, por eso resulta tan temible siempre.
Igual que España ante Croacia. La Azzurra se dejó ir. Eire debió marcar en una gran oportunidad de Hoolagan que falló ante Sirigu. Pero acto seguido el mismo jugador le dio un pase medido a Brady para que marcara de cabeza (85’).La República de Irlanda se clasificaba para octavos. Era el premio a su gran afición, a su fe. Ahora se las verán con Francia, el organizador. No está mal.
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