CDMX, México.- Este miércoles en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes, el escritor Marcos Daniel Aguilar, abordará la trascendencia de un personaje como José Vasconcelos, forjador de instituciones como la Secretaría de Educación Pública y gran promotor de la cultura.

A través del aporte literario de José Vasconcelos (18882-1959), la sesión forma parte del ciclo «Lo joven y lo clásico», organizado por la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).

De acuerdo con el INBA, Vasconcelos, quien fuera rector de la Universidad Nacional Autónoma de México y miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, retrató en sus memorias la descomposición del régimen porfirista y el proceso de triunfo de la Revolución Mexicana.

Encabezó una generación de intelectuales que quería transformar la cultura de los mexicanos, y con ese propósito utilizó la retórica ensayística, la filosofía y la poesía en prosa para dotar a las letras mexicanas de un contenido histórico y de reflexión sobre la identidad.

Bajo esa línea, Aguilar consideró que “una de las grandes aportaciones de este pensador fue hacer de las letras un experimento creativo e intelectual en donde todas las tradiciones conocidas en su momento pudieran convivir; todas las ideologías, las mitologías, religiones y ciencias».

Sus letras, añadió, «son exploraciones de lo que estaba viviendo y leyendo en su momento, en medio de la Revolución y la guerra; del exilio y el afán de liderazgo político-intelectual”.

Subrayó que el autor de «La raza cósmica» divaga y se divierte soñando una realidad ideal y utópica para los pueblos del continente americano, aunque muchos de sus planteamientos sobre la grandeza de estos pueblos se cumplieron y otros no.

“Pero de eso se trataba su literatura: hacer creer al lector mundos posibles que quizá jamás llegarán a concretarse. Soñar fue su estrategia y su perdición”, puntualizó el escritor, quien recomendó a los lectores el libro de memorias «Ulises criollo».

«Es un libro de recuerdos y de tiempos inmejorables en el que el autor crea su propia historia y su mito, y deja ver desde su visión a ese México porfiriano que ya no existe por el advenimiento de la Revolución Mexicana», apuntó.
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