CIUDAD DE MÉXICO,- La pregunta es única ¿cómo evitar que la ciudad se inunde a causa de las lluvias?, lo primero sería que la ciudadanía  no tire la basura, que los tianguis se impongan la responsablidad de levantar sus desperdicios  y aunque la autoridad es corresponsable de poner orden interno en sus servicios urbanos e informar de las rutas y los horarios de los camiones recolectores, también los «barrenderos» cumplan con su cuota de limpieza.

El hecho de tener a la ciudad limpia, se ha convertido en un círculo vicioso, porque son muchos los encargados y pocos los que responden a esta necesidad. Para el perredista Víctor Hugo Romo Guerra también la ciudadanía debe cumplir con su papel en especial cuando sus mascotas los «sacan» a pasear y las heces son lo más común en la vía pública.

Lo sensatos sería aplicarse una multa al dueño que no cumpla con hacerse responsable, porque los jardines se convierten en depósitos de heces.

Con ese objetivo y para mejorar la calidad del servicio de recolección de basura, el asambleísta propuso que las 16 delegaciones hagan públicas y establezcan con claridad los horarios y rutas de los camiones recolectores de desechos sólidos.

También exhortó al Consejo de Gobierno Abierto de la Ciudad de México a establecer los servicios públicos urbanos como prioridad en el Modelo de Madurez, que dispone la Ley para Hacer de la Ciudad de México una Ciudad Abierta.

“Se trata de ofrecer facilidades e incentivos puntuales a la ciudadanía a través de las páginas web delegacionales, y de que los gobiernos establezcan reglas claras, porque no basta con pretender incluir nuevos hábitos a través de la publicidad”, aseguró el legislador perredista.

Antes de lanzar medidas sancionatorias y represivas para hacer cumplir la Ley de Cultura Cívica, las delegaciones tienen la obligación de ordenar los horarios y las rutas de sus áreas de servicios urbanos, para garantizar un buen servicio al ciudadano, abundó.

“Algunas autoridades delegacionales pretendan imponer políticas públicas para influir en los ciudadanos de manera unilateral, mediante campañas sancionadoras por tirar basura en lugares no autorizados, en vez de fomentar una nueva cultura de orden y respeto que empiece por generar hábitos para que todos respetemos la ley en las calles”, dijo.

Hay funcionarios que incluso llegan al extremo de tomar medidas extremas basadas en el escarnio y la exhibición pública, lo cual propicia el odio y la agresión vecinal, pero eso no puede seguir así, sostuvo Romo.

Explicó que si una persona no conoce la ruta ni la hora a la que pasa el camión recolector de basura, y si no hay constancia y regularidad en los servicios, se propicia que los vecinos depositen la basura en lugares inapropiados.

Esta práctica, abundó, es el origen de severas inundaciones que reportan cada año las delegaciones, provocadas por la acumulación de basura, especialmente cuando hay lluvias atípicas.

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