CIUDAD DE MÉXICO,- Quizá sea cuestión de manejo de sus fondos pero la marcada dependencia del ISSSTE con el gobierno federal -léase subsidios- coloca a la dependencia en una situación de crisis, porque carece de los ingresos suficientes para dar los servicios básicos a sus afiliados y menos aún pagar las pensiones de sus beneficiarios que crecen aceleradamente, ni destinar gastos en mantenimiento o remodelación.

En el primer cuatrimestre del año, los ingresos propios del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) apenas alcanzaron para cubrir poco más de la cuarta parte de los gastos de operación (27 por ciento). De acuerdo con las estadísticas de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, de enero a abril, los ingresos propios del ISSSTE fueron por 23,180 millones de pesos, una disminución anual de 4.5%, mientras que su gasto total ascendió a 88,038 millones de pesos, 2.4% más que el año anterior.

No obstante, en los primeros cuatro meses del año, el gobierno federal realizó transferencias por un monto de 80,283 millones de pesos, un incremento de 6.6% respecto de lo registrado en el 2015. Con ello, el ISSSTE dio un respiro a sus finanzas, pues en su balance reportó un superávit por 15,426 millones de pesos.

Para Gerardo López, experto de la Universidad Panamericana, la situación que vive el ISSSTE es de quiebra: “Si esta situación se diera con un instituto privado, estaríamos hablando de un organismo de seguridad social quebrado. Ningún accionista de una empresa podría sostener un gasto mes tras mes como lo hace el ISSSTE”.

Comentó que una de las principales causas que orilló al ISSSTE a caer en esta situación es la deficiente administración que se ha llevado a cabo a lo largo de su existencia. Afirmó que ningún funcionario ha querido enfrentar el problema del instituto.

“No se han hecho reformas estructurales más a fondo, que hoy se requieren. Además de lo que representa el sistema de pensiones, se tiene que revisar las prácticas y el manejo que se hace del ISSSTE (…) En su momento no se fondeó adecuadamente cada una de las reservas y hoy lo que tenemos es una enorme deuda”.

Al respecto, Leticia Armenta, economista del Tecnológico de Monterrey, indicó que el problema financiero que vive el ISSSTE se debe a la falta de un buen diseño que permita hacer solvente no sólo a este organismo, sino también al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

“Para juzgar al ISSSTE tenemos que irnos hacia el diseño institucional que ha planteado el gobierno federal en los últimos años. Se generaron estas instituciones con los mejores propósitos y misiones de tipo social, pero lo único que vimos fue una serie de prácticas que no han favorecido el desempeño de las organizaciones y la seguridad social del país”.

Armenta refirió que los pocos ingresos que genera el ISSSTE se deben a las bajas cuotas que realizan los derechohabientes, las cuales no han cambiado desde que se creó este organismo en 1959. Comentó que ante un crecimiento de la población y la esperanza de vida, el pago de pensiones se volvió una presión muy fuerte y compromiso para las finanzas públicas del país.

“Las cuotas que hoy se cobran no son suficientes para soportar las pensiones tal como están diseñadas, las pensiones de los trabajadores que se jubilarán bajo el esquema de beneficios definido son altísimas (…) Se tiene que buscar una reforma que permita soportar el sistema de pensiones”.

En su momento, Francisco Aguirre, director general de Valuaciones Actuariales Norte, comentó que tanto la situación financiera del IMSS como la del ISSSTE necesitan de una reestructura, pues gran parte de su gasto lo están absorbiendo las pensiones que tienen que pagar.

“La deuda que tiene el país por pagar las pensiones en todos los esquemas es de 150% del PIB. De ese total, alrededor de 60% es deuda del IMSS que atiende a 19 millones de personas y el otro 90% son los sistemas de servidores públicos como el ISSSTE que atiene a 6 millones de personas”, expone.

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