CIUDAD DE MÉXICO,- Hablar de pobreza en México, no es nada nuevo, porque es un fenómeno que con el transcurso de los años, lejos de disminuir este aciago renglón ha ido creciendo, sin implementar alguna estrategia, capaz de contenerla.
La pobreza laboral en México aumentó a 1.0742 por ciento en el primer trimestre de 2016 respecto al mismo periodo de 2015 cuando era de 1.0628 por ciento, lo que implicó que en los primeros tres meses del año el 41.7 por ciento de la población no pudo comprar los productos de la canasta alimentaria con sus ingresos, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Si se toma en cuenta que en la Encuesta Intercensal 2015, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), se contaron 119 millones 530 mil 753 habitantes en México, entonces la población mexicana en pobreza laboral en el primer trimestre de 2016 fue de 49 millones 844 mil 324.
Ignacio Román Morales, académico e investigador del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), mencionó que en México se vive en la “histéresis” de la pobreza, y no hay modificaciones sustanciales en desigualdad y pobreza en el largo plazo.
La línea de Bienestar Mínimo (canasta alimentaria) del Índice de la Tendencia Laboral de la Pobreza por Intervalos de Salarios (ITLP-IS), alcanzó en los primeros tres meses de 2016 un valor de mil 515.59 pesos mensuales, mientras que el ingreso per cápita en términos reales se ubicó en mil 665.70 pesos mensuales en el primer trimestre de este año. El ITLP-IS se construye a partir de los ingresos laborales que reportan las personas y la recuperación de algunos ingresos con intervalos de salarios mínimos.
La información presentada esta semana por el Coneval señala que el poder adquisitivo del ingreso laboral disminuyó en el país a partir de 2008 cuando fluctuaba alrededor de 34 por ciento. Pero se observa también que a partir de 2015 el poder adquisitivo ha tenido una recuperación, derivado sobre todo de la menor inflación en ese año.
La canasta alimentaria determinada como el órgano encargado de medir la pobreza en México es diferente para los hogares en zonas rurales y urbanas. Por ejemplo, para las zonas rurales incluye tortilla, arroz, pollo, leche y huevo, mientras que para las zonas urbanas aumentan algunos productos como carnes procesadas, quesos y alimentos preparados para consumir en casa.
El costo mensual de la canasta alimentaria en las zonas rurales es de 955.46 pesos, mientras que en las zonas urbanas el costo asciende a mil 355.18 pesos.
r3