KABUL.- Decenas de miles de miembros de la minoría hazara se manifestaron por las calles de esta capital para exigir al gobierno que sus comunidades sean incluidas en un nueva línea eléctrica, paralizando por más de 12 horas la ciudad.
La mayoría de las grandes tiendas y oficinas públicas de la ciudad permanecieron cerradas este lunes, ante la presencia de decenas de miles de miembros de la minoría hazara, que desde muy temprano llegaron a Kabul para exigir un cambio en el trazado del proyecto eléctrica TUTAP. Los manifestantes exigen que la nueva línea eléctrica, un proyecto desarrollado en conjunto con los países vecinos de Turkmenistán, Uzbekistán, Tayikistán y Pakistán, pase a través de las provincia de Bamiyán y Maidan Wardak, en lugar del paso de Salanginfo, informó la agencia KAP. Ante la preocupación porque la protesta pudiera tomar tintes violentos, las autoridades ordenaron el cierre de todas carreteras hacia el centro de Kabul al paso de tránsito de vehículos y de peatones, lo que desató caos vial y el descontento de los capitalinos. Para impedir que los manifestantes llegaran al Palacio Presidencial, la policía apiló contenedores de mercancías, colocó varios vehículos del transporte público y desplegó unidades armadas en toda la ciudad, provocando un ambiente de tensión.
Además, las autoridades pidieron a los organizadores de la protesta limitar el recorridos de sus manifestaciones y les exigieron no acercarse al Palacio Presidencial, ubicado cerca de las representaciones diplomáticas extranjeras. La embajada de Estados Unidos en Kabul cerró su sección consular y pidió a los estadounidenses limitar sus movimientos en la ciudad, mientras que otra representaciones extranjera, oficinas de las Naciones Unidas (ONU) y organizaciones no gubernamentales permanecieron cerradas. La manifestación concluyó al anochecer, luego de que el vicepresidente de Afganistán, Mohammad Karim Khalili, salió de su oficina y convenció a las miles de personas regresar a sus hogares, tras comprometerse a impulsar los cambios sugeridos al trazado del proyecto energético. En su intervención, el vicepresidente apoyó la exigencias de justicia y equilibrio en el desarrollo de los manifestantes y criticó a las autoridades por el bloqueo de carreteras para obstaculizar la protesta.
“Las barreras no dejan levantar la voz de las masas por la justicia”, comentó Khalili, advirtiendo que las protestas continuarán hasta que el gobierno cambie su decisión sobre la ruta del proyecto TUTAP, que contempla el suministro de 300 megavatios de electricidad en 2018. La protesta se dio pese a que el presidente Ashraf Ghani explicó esta mañana que la decisión del proyecto TUTAP a través del paso de Salang había sido tomada por el gobierno del ex presidente Hamid Karzai en 2013 y que está garantizado el suministro eléctrico a Bamiyán. Jalili dijo que los manifestantes no pretendían adoptar medidas para la caída del gobierno y sólo se están movilizando para exigir justicia y consideración sobre el desarrollo de sus comunidades, palabras que convencieron a los hazaras para poner fin a su protesta. En noviembre pasado, una masiva manifestación desatada tras la decapitación de varios hazaras a manos de insurgentes terminó de forma violenta.
Notimex/JRGA