A 27 años de existir el PRD, el partido sufre diversas crisis: financiera, estructural, organizacional, pero la más grave, sin duda, es su crisis de identidad, la falta de identidad radica en varios de sus dirigentes nacionales, no así en la militancia que sigue firme en los principios que le dieron origen.
Cuauhtémoc, Andrés y Encinas, entre otros fundadores, también se mantienen firmes en la ruta para establecer un proyecto de nación diferente al que han implementado en el país durante los últimos 34 años el PRI y el PAN.
Los tres ex dirigentes nacionales del PRD continúan ahora por su propia cuenta porque quien se salió del camino fue un grupo de dirigentes frívolo y sin vocación de gobierno, que no creen realmente que la izquierda con su propio proyecto puede conquistar el poder nacional y gobernar mejor.
En Michoacán, cuna de las gestas que han transformado al país, incluida la democrática, me he dado a la tarea de recorrer, una vez más, todos sus municipios y platicar con la gente, con los perredistas y los no perredistas y gratamente estoy confirmando los siguientes datos:
La militancia sigue creyendo en el proyecto de nación del PRD, ese que enarbolaron Cuauhtémoc y Andrés es sus campañas presidenciales y hoy siguen haciéndolo suyo.
El perredismo quiere que Andrés Manuel sea su candidato presidencial, porque puede ganar en el 2018 con el mismo proyecto de nación que los perredistas y López Obrador promovimos juntos en el 2006 y 2012. Esta visión coincide con el anhelo manifiesto de la mayoría de las y los mexicanos.
Los cuadros medios y la base partidaria, están firmes en la ruta, algunos dirigentes nacionales empiezan a buscar la congruencia, ojalá pronto se convenzan todos. ¡Sí hay de otra! el PRD puede regresar a ser ese gran partido que fue llamado a transformar este país.
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