Los inversionistas japoneses al llegar a México encontraron una zona vírgen con mano de obra abundante, tierra barata y una posición estratégica. El Bajío, es el ombligo de México con excelente acceso para Estados Unidos. Este hecho lo visualizan quienes llegaron a nuestro país y que el incremento continuará en este 2016 y 2017, ritmo que en el último año permitió la presencia de 143 empresas orientales.
El director general de la Organización Japonesa para el Comercio Exterior (Jetro) en México, Tadashi Minemura , dijo en entrevista que a noviembre de 2015 había en el país 957 empresas japonesas y este año seguramente se superarán las mil.
“Desde hace cuatro años –precisó– están llegando más de cien empresas cada año. De acuerdo con datos de la Embajada de Japón en México, a noviembre de 2012 había 546, en 2013 eran 679; en 2014, 814 y en noviembre de 2015 había 957.” En sólo seis años se duplicó el número de empresas japonesas en el país, si se toma en cuenta que en 2010 había 428.
Casi 90 por ciento de estas inversiones están relacionadas con la industria automotriz.
“No todos son productores de autopartes; hay empresas de logística, mantenimiento y servicios, pero todo está ligado a la industria automotriz”, y se trata sobre todo de medianas y pequeñas empresas. La ola japonesa también incluye consultores y constructores de naves industriales, pues los recién llegados requieren gente que hable su idioma.
Sobre su programa para desarrollar proveeduría local en México para las compañías japonesas, Minemura indicó que hasta la fecha tienen en su base de datos a 280 empresas con potencial para convertirse en proveedoras, de acuerdo con el diagnóstico realizado por Jetro.
“No es fácil, porque hay muchos proveedores, pero la industria automotriz requiere muy alta calidad de producción, entregas a tiempo y costo adecuado, y no hay muchos que satisfagan estos tres factores.” Una de las preocupaciones de los empresarios establecidos en la región es la seguridad, principalmente en las ciudades de Guanajuato, donde menudean delitos comunes como robos.
En los últimos años ha aumentado el número de japoneses que viven en el Bajío, no sólo empresarios sino también sus familias, y van a llegar más.
“Aumentó tan rápidamente el número de japoneses, que se han convertido en un objetivo de la delincuencia porque no saben español y no conocen las costumbres. Se trata de delitos no violentos, pero que están aumentando de manera preocupante.
“León, Irapuato, Celaya y Silao tienen este tipo de problema, Querétaro no tanto. El gobierno del estado de Guanajuato está apoyando mucho porque creó un número de atención en japonés, donde se puede pedir apoyo en caso de emergencia.”
El director general de Jetro México indicó que en la actualidad buscan apoyar a las empresas japonesas que quieran invertir en México en el sector de servicios, como restaurantes y tiendas. “La industria automotriz va a llegar, no se necesita sostener o apoyar sus inversiones, pero en el sector servicios necesitamos más promoción. El empresario de Japón no conoce el México real, porque siempre están viendo hacia la zona asiática.”
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