Los pequeños y medianos empresarios de la capital del país podrán contar con acompañamiento económico gubernamental y compartido, así como con capacitación y orientación empresarial, luego de la aprobación del esquema “Capital Semilla”, impulsado en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, por la diputada Elena Edith Segura Trejo.

Con esta iniciativa, aseguró la legisladora local, se busca otorgar apoyo financiero a proyectos emprendedores viables, en especial para jóvenes y mujeres, para la formación, rehabilitación y arranque de negocios; así como a proyectos egresados de las incubadoras habilitadas para el desarrollo de la Ciudad de México.

Así, la Secretaría de Desarrollo Económico de la CDMX y el Fondo para el Desarrollo Social de la Ciudad , de la mano con Nacional Financiera serán las instancias encargadas de encabezar dicho programa, a fin de incentivar que los fondos privados intervengan con emprendedores en etapas de mayor riesgo. Y, de esta manera, estar en posibilidades de proporcionar el capital disponible a los pequeños y medianos empresarios con menos recursos, como misceláneas, estéticas u otros negocios.

Dichos fondos proveerán financiamiento y asistencia estratégica y puntual, en periodos cortos, por medio del repago de posiciones iniciales de deuda, sin tener que recurrir a la venta de las empresas para generar liquidez. Asimismo, se incentivará un esquema de coinversión por parte de fondos de capital privados o inversionistas, que lleven una mayor participación en los rendimientos de los fondos.

De esta forma, Capital Semilla ofrecerá amplias posibilidades de desarrollo y reinserción al ciclo económico de los empresarios, y, al mismo tiempo, asegurará el futuro cíclico, que representa fuente de sustento para miles de familias de la Ciudad de México.

Para fundamentar la propuesta, Segura Trejo señaló el enorme potencial y liderazgo que posee la Ciudad de México en materia de inversión y empleo, con respecto a otras entidades del país. Así, de acuerdo con el INEGI, la capital del país (con 8.8 millones de habitantes) registra 48.0% personas ocupadas en unidades económicas; mientras el Estado de México (con 15.1 millones) sólo llega al 18.1%.

De igual forma, en la ciudad existen 103 mil 866 pequeñas empresas, lo cual representa el 23% del total de unidades económicas; donde se emplea de 11 a 50 personas. Y 6 mil 739 empresas medianas, 1.5% del total, con entre 51 y 100 empleados. En el último caso, se ven involucrados jóvenes a partir de los 15 años de edad, principalmente, en subsectores de la economía como el comercio, la industria alimentaria, la fabricación de prendas de vestir, la elaboración de azucares, chocolates y dulces; así como la fabricación de pulpa, papel y cartón.

Por lo antes expuesto, la iniciativa aprobada plantea modificaciones a la Ley para el Desarrollo Económico del Distrito Federal, a fin de establecer la figura jurídica de “Capital Semilla”; y crear un fondo dirigido a aplicar apoyos flexibles, fiscales y de promoción económica y de infraestructura para investigación, desarrollo tecnológico y capacitación.

Además, se adiciona el artículo 38 Bis al mismo ordenamiento, en el cual se establecen dos modalidades de operación: por un lado, los fondos de inversión, que funcionarán mediante la incubación y aceleración de negocios cuyo objetivo gire en torno a constituirse en vehículos de inversión para el capital semilla. Y la modalidad de emprendedores y empresas de innovación, a través de mecanismos de coinversión mínima del 50% del proyecto.

En función de su estrategia, estas modalidades contemplan proyectos que ya se encuentran elaborados, en etapas tempranas, y que ya tienen un producto o servicio para el mercado.

Finalmente, la presidenta de la Comisión Especial para el Estudio y Análisis de las Finanzas Públicas, Elena Edith Segura Trejo celebró la aprobación del dictamen de esta iniciativa y afirmó que es preciso continuar con el fortalecimiento de “…los pequeños y medianos empresarios de la ciudad, por medio de mecanismos sólidos y eficaces, que brinden certidumbre y generen una cultura de riesgo compartido a la inversión en proyectos respaldados, tanto por el gobierno capitalino, como por el sector privado”.

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