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Ismael «El Mayo» Zambada, el último capo mexicano

Ismael «El Mayo» Zambada, el último capo mexicano

MÉXICO.- Las autoridades mexicanas celebran la captura de Joaquín Guzmán Loera, considerado alguna vez como el hombre más buscado del planeta, pero a quien aparentemente su ego y una debilidad hacia la actriz mexicana Kate del Castillo, le tienen ahora, nuevamente tras las rejas. En contraste, su discreto socio, sigue moviendo toneladas de drogas a Estados Unidos y lavando las ganancias en casa.

Ismael «El Mayo» Zambada es la otra cabeza del poderoso Cártel de Sinaloa y con Guzmán otra vez en prisión, esperando una posible extradición a Estados Unidos, quedaría en sus manos, el mantener el poderío de la organización.

En años recientes, fuerzas de seguridad mexicanas han atrapado o matado a casi todos los grandes capos de las drogas. Guzmán, el más prominente de todos, fue recapturado seis meses después de su segunda huida de una prisión de máxima seguridad a través de un túnel. Ahora Zambada, de 68 años, es el capo más veterano y activo de México.



En la década de 1970, cuando el colombiano Pablo Escobar recién empezaba su carrera de narcotraficante, Zambada ya era mencionado en un caso judicial en Estados Unidos. A diferencia de Escobar (asesinado en 1993), «El Mayo» nunca ha sido arrestado.

Ocho años atrás, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos declaró que una red de negocios en México de su exesposa e hijos funcionaba como un centro de lavado de dinero. Pese a ello, la mayoría de las empresas siguen abiertas. Con respecto a esto, la Procuraduría General de la República, no ha aclarado las razones por las cuales,  muchas de las compañías siguen operando, ni si aún permanecen en las mismas manos.

De acuerdo con expertos en seguridad, son dos los secretos del éxito de Zambada: un perfil bajo y apostar a las alianzas con políticos y policías.

A él no le interesa el protagonismo… (tiene) amplio poder de negociar, no solamente con los integrantes de cárteles rivales sino con autoridades, políticos. Él sigue su trabajo como un fantasma, eso le ha dado el éxito», dijo el analista de seguridad Tomás Guevara.

En tanto, Javier Valdez, uno de los fundadores del semanario sinaloense Riodoce, dijo que Zambada es muy cuidadoso, que rara vez viaja y evita las grandes ciudades. «Controla las policías en Sinaloa, tiene muchos negocios en muchos giros», agregó. Pocas veces fotografiado, Zambada se mantiene lejos del ojo público. En una excepcional entrevista con la revista mexicana «Proceso», en el 2010, dijo haber estado cerca de ser arrestado cuatro veces, teniendo que gatear a través de arroyos para huir.



Corpulento y de espeso bigote, «El Mayo» nació en un pueblo llamado El Álamo, en las afueras de Culiacán. Por años medios de la zona reportaron que ocasionalmente iba a repartir dinero y regalos de Navidad a los niños, al estilo de los antiguos capos.

Los niños de Sinaloa han crecido tomando leche Santa Mónica, producida en una fábrica que según Estados Unidos era una de sus fachadas. Otros acuden a un jardín de infantes, un parque acuático y un centro comercial propiedad de familiares y socios. La facción de Zambada en el cártel de Sinaloa es un negocio familiar, con sus hijos liderando el tráfico y sus hijas administrando negocios, según documentos del Gobierno estadounidense y expedientes legales.

En el 2013, autoridades mexicanas congelaron dos de las cuentas bancarias de la lechería. Pero al momento, no se tiene acceso a los documentos para saber qué ocurrió después.

Varios familiares de Zambada están en prisión, incluyendo tres de sus hijos, mientras que otros han muerto violentamente.

Su primogénito, Vicente Zambada Niebla, testificó en un acuerdo de culpabilidad en Estados Unidos en el 2013, que mostró el decisivo papel de su padre en la repatriación del dinero de las drogas, así como en el tráfico de cocaína y heroína. «El Vicentillo» dijo previamente que fue informante de la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA), desatando críticas de que al delatar a sus rivales ayudó a cimentar el dominio del Cártel de Sinaloa.

Nacido en la pobreza al igual que Guzmán, El Mayo dijo una vez que era una «estupidez» sugerir que podía ser tan rico como para figurar en la lista de millonarios de Forbes, como Guzmán. Sin embargo, parte del acuerdo de culpabilidad de su hijo fue un arreglo para entregar 1,300 millones de dólares en activos. El Gobierno estadounidense busca confiscar otros 2,000 millones de dólares en activos compartidos por Zambada, Guzmán y otros socios, según una acusación del 2013.

En múltiples acusaciones y declaraciones, Estados Unidos ha creado la imagen de que Zambada es un astuto hombre de negocios, al mando de muchas de las operaciones financieras del cártel.

Mientras que Guzmán guió al cártel en la batalla contra rivales para expandir su control de las rutas de tráfico, Zambada es considerado el que fortaleció su núcleo en Sinaloa.

Por otro lado, es todavía muy pronto para saber qué impacto tendrá el arresto de Guzmán en el Cártel. Algunos piensan que su hijo mayor, Iván, podría tomar las riendas.

Un tercer hombre fuerte dentro de la organización es Juan José «El Azul» Esparragoza Moreno, sobre quien corrieron rumores de que había muerto en el 2014, una versión que las autoridades nunca confirmaron.

Guzmán, Zambada y Esparragoza formaron una directiva extraordinariamente exitosa para el crimen que colocó al cártel como el principal ganador de la guerra de las drogas que ha cobrado la vida de más de 130,000 personas desde el 2007.

Un mapa publicado el año pasado por la DEA es testimonio de su éxito (www.dea.gov/docs/dir06515.pdf). Con excepción de Texas y Nuevo México, todo el territorio de Estados Unidos, de Nueva York hasta Los Angeles, aparece bajo la influencia del cártel de Sinaloa.

Con información de Agencia

jcrh