WASHINGTON, Estados Unidos.- Funciones del gobierno de Venezuela como otros en «entornos más autoritarios» como Turquía y Etiopía, utilizaron el malestar político o social como pretexto para intensificar las represiones contra los puntos de venta independientes u orientados a la oposición.
Esto implica que la libertad de prensa en 2016 ha caído a su nivel más bajo de acuerdo a Freedom House, por los esfuerzos de políticos en países democráticas para darle forma a la cobertura noticiosa deslegitimando los medios de comunicación, ejerciendo influencia sobre emisoras públicas y favoreciendo a medios privados amigables.
Las conclusiones están contenidas en el reporte Libertad de la Prensa 2016, dado a conocer por Freedom House este viernes, según el cual el año pasado la libertad de prensa mundial se redujo a su punto más bajo en los pasados 13 años.
Lo anterior fue consecuencia del nivel de amenazas sin precedentes que los periodistas y medios de comunicación enfrentaron en 2016, en medio de una intensa represión de los estados autoritarios y movimientos de Rusia y China para aumentar su influencia más allá sus fronteras.
“Los líderes políticos y fuerzas partidistas en muchas democracias, incluyendo Estados Unidos, Polonia, Filipinas y Sudáfrica, atacaron la credibilidad de la prensa independiente y el periodismo basado en hechos, rechazando el papel tradicional de vigilancia de la prensa en las sociedades libres”, dijo Jennifer Dunham, directora de investigación del reporte.
Michael J. Abramowitz, presidente de Freedom House, dijo que los fuertes ataques que se han visto contra la prensa factual representan un peligro para la libertad de prensa en todo el mundo.
“Cuando los políticos molestan a los medios de comunicación, alienta a sus contrapartes en el extranjero a hacer lo mismo. Los ataques vitriólicos contra periodistas y medios de comunicación en Estados Unidos socavan el estatus de nuestra democracia como modelo de libertad de prensa”, apuntó.
De acuerdo con Freedom House, algunos de los descensos más pronunciados de la escala de 100 puntos del informe se produjeron en Polonia, Turquía y Hungría, haciendo notar que la fuerte caída en el primero “es un nuevo y alarmante desarrollo”.
En contraste, el reporte dio cuenta de acontecimientos positivos marcados por los avances en países como Afganistán, Argentina, Panamá y Sri Lanka para mejorar el entorno mediático que se vio deteriorado bajo gobiernos anteriores.
Concluyó que sólo 13 por ciento de la población mundial disfruta una prensa libre, donde la cobertura de noticias políticas es sólida, la seguridad de periodistas está garantizada, la intrusión estatal en asuntos de medios de comunicación es mínima y la prensa no está sujeta a presiones económicas.
Mientras 42 por ciento de la población mundial tiene una prensa parcialmente libre, y otro 45 por ciento vive en países donde el medio ambiente no es libre.
Las autoridades de varios países de África subsahariana, Medio Oriente y Asia extendieron las leyes restrictivas al discurso en línea, o simplemente cerraron los servicios de telecomunicaciones en momentos cruciales, como antes de las elecciones o durante las protestas.
Entre los países que sufrieron los mayores descensos en la escala de 100 puntos del informe en 2016 estaban Polonia (6 puntos), Turquía (5), Burundi (5), Hungría (4), Bolivia (4), Serbia (4) y República Democrática del Congo (4).
Los 10 países y territorios más desfavorecidos del mundo fueron Azerbaiyán, Crimea, Cuba, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Irán, Corea del Norte, Siria, Turkmenistán y Uzbekistán.
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