WASHINGTON, Estados Unidos.- Legisladores republicanos y demócratas del Congreso de Estados Unidos demandaron al presidente Donald Trump entregar cualquier grabación de conversaciones en la Casa Blanca si es que ese sistema de grabación existe.
La demanda surgió luego de que Trump sugirió el viernes pasado que se grabaron conversaciones privadas de la Casa Blanca con el entonces director de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), James Comey, quien fue despedido de forma abrupta el martes 9 de mayo.
El presidente ha enfrentado una reacción negativa por haber despedido a Comey, luego de que el funcionario investigaba supuestas intromisiones rusas en las elecciones estadounidenses de 2016.
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Funcionarios de la Casa Blanca no han confirmado ni negado la existencia de un sistema de grabación en la casa presidencial.
La incertidumbre ha intensificado los llamados de opositores demócratas para nombrar a un fiscal independiente, no partidista, que investigue los informes de una posible intromisión de Rusia en las elecciones de 2016.
Ante esto prominentes legisladores republicanos y demócratas acudieron el domingo a los programas de debate político de las principales televisoras para demandar que cualquier supuesta grabación de conversaciones de la Casa Blanca sea preservada para la revisión del Congreso.
«Si hay algunas cintas de esta conversación, necesitan ser entregadas», dijo el senador republicano Lindsey Graham en el programa «Meet the Press» de NBC.
Su colega de partido, Mike Lee, quien fue fiscal federal, señaló a Fox News Sunday que «sería inevitable» que tales grabaciones tendrían que ser entregadas al Congreso.
Del lado opositor, el líder de la minoría demócrata en el Senado, Charles Schumer, dijo a la CNN que si existen tales cintas «el presidente debe entregarlas de inmediato» y que “destruirlas sería una violación de la ley”.
El senador Mark R. Warner, el principal demócrata del Comité Senatorial de Inteligencia, dijo que su panel u otro comité del Congreso «absolutamente» haría un citatorio a Trump por esas grabaciones, para asegurarse de que “no desaparezcan misteriosamente”.
El despido de Comey se dio días después que testificó en el Capitolio sobre la investigación del FBI a la intromisión de Rusia en las elecciones presidenciales del año pasado y a las posibles conexiones entre Rusia y la campaña de Trump.
Pero Trump le lanzó una advertencia a Comey a través de Twitter el viernes anticipando que el contenido de las conversaciones que mantuvo con el exjefe policiaco pudieran ser filtradas a la prensa.
El comportamiento de Trump ha provocado nuevas comparaciones entre su administración y la del presidente Richard Nixon, que registró famosas conversaciones, acelerando su caída durante el escándalo de Watergate.