Ir a comer al mercado está de moda. El éxito de los mercados gourmet en el país no sólo revivió el concepto de «mercado» en nuestro vocabulario, sino que mostró un nuevo modelo de negocio que desbancó a las food trucks y le dió a los emprendedores un escape más creativo.
La mayoría de estos establecimientos tienen precios elevados en comparación con la media de establecimientos de comida a su alrededor y eso es freno para su expansión y éxito.
Aquí algunas claves de su éxito.
- Todo tipo de comida gourmet. Tapas, vino de cortesía y comida recién horneada son algunas de las características que ofrecen este tipo de centros. El valor agregado de esto son los productos con los cuales son elaborados, eso ofrece un distintivo para el espacio y permite ser identificado por los comensales en un mar de sabores en la ciudad.
- Ubicación. Muchos de estos espacios no necesariamente se encuentran en colonias de moda, donde forman una especie de oasis de tranquilidad. De hecho, parte del encanto de muchos como el Mercado del Carmen o Tabaqueros16 es estar en un lugar clásico, que propicia el descubrimiento de nuevos sabores.
- Calidad para llevar. Los ingredientes, a veces reconocidos por los mismo comensales que buscan sólo las mejores marcas para el paladar, puede llevarse a casa. Que quede claro, es un lugar para comer en sitio, pero definitivamente esto es para llevar.
- A pesar de estar abiertos se dirigen a un nicho. Todo tipo de clientes visitan estos lugares, pero, no nos confundamos, su negocio tiene un objetivo bien claro: el turismo gastronómico. Estos mercados gourmet concentran a una gran de turistas que buscan recorrer, sin trasladarse, toda la variedad culinaria hecha en un lugar.
- Precios. Si bien, el denominador común de estos mercados es tener ingredientes exclusivos o que no pueden ser probados en cualquier parte, hay quienes apuestan a obtener clientes gracias a disminuir los precios y hacerlos más accesibles, ya sea por algunas materias primas o por los recipientes que utilizan, logran crear un ambiente gourmet sin lastimar el bolsillo de sus comensales.