Las autoridades de los estados de California, Massachusetts, Kentucky y Connecticut anunciaron que interpondrán una demanda conjunta contra la decisión del Gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de suspender los subsidios a las aseguradoras de cobertura sanitaria amparados por el Obamacare.
El fiscal californiano, Xavier Becerra, dijo que la acción presidencial es un “sabotaje, simple y llanamente” a la actual ley de salud de Estados Unidos, promulgada por su predecesor, Barack Obama, tras sucesivos fracasos republicanos para aprobar una nueva reforma en el Congreso.
Becerra dijo que esta decisión, que supone un gran revés para los mercados del sector, quita “dinero de los bolsillos de seis millones de estadounidenses”.
El anuncio de la acción legal fue hecho conjuntamente con los fiscales generales de Kentucky, Andy Beshear; Massachusetts, Maura Healey y Connecticut, George Jepsen.
“Para mí y para la gente de Kentucky esta acción no se relaciona con la ley de salud sino con la promesa de ayudar a las personas a que tengan su seguro de salud”, dijo Beshear.
Para Healey, la decisión presidencial no solo “trae caos al mercado de seguros, sino que está saboteando la ley de salud”.
La fiscal de Massachusetts dijo a los legisladores federales que este “es el momento de que el Congreso apruebe una ley que mejore esto”.
Jepsen afirmó que la medida afecta “a las familias trabajadoras” pues las tarifas de seguros subirán y que la decisión pretende “claramente desestabilizar y hacer que explote Obamacare”.
Becerra confía en que la acción legal obligue a suspender la decisión presidencial de manera que los subsidios federales a las compañías de seguros se sigan pagando como hasta ahora.
Los fiscales aseguraron que esperan que otros estados se unan a esta acción legal o presenten sus propias demandas.
La decisión de poner fin a los subsidios a las aseguradoras de cobertura sanitaria se suma a la orden ejecutiva, firmada también por Trump, para relajar algunos de los requisitos de Obamacare y empezar por su cuenta el desmantelamiento del Obamacare.
Las subvenciones, que tienen un valor estimado de 7,000 millones de dólares este año, pueden detenerse casi de forma inmediata ya que el Congreso no ha aprobado fondos para el programa.
Los expertos auguran que esta supresión de los fondos supondrá un fuerte golpe el Obamacare, pero el impacto podría ser menos severo de lo que hubiera sido hace unos meses, pues muchas aseguradoras habían tasado los planes del próximo año por lo alto, temiendo que Trump confirmara su amenaza de retirar esta financiación.
Algunos funcionarios estatales también tomaron medidas para aislar sus mercados en previsión del movimiento y estados como California ya anunciaron medidas para estabilizar los precios de las pólizas ante este posible escenario.
Con información de EFE.
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