Tesla Inc eclipsó su propio lanzamiento de un camión eléctrico el jueves cuando apareció en escena un descapotable rojo y el presidente ejecutivo Elon Musk dijo que el nuevo Roadster de 200,000 dólares sería el vehículo de más rápida producción masiva.
La espectacularidad cautivó a la audiencia aunque algunos analistas comienzan a preguntarse sobre la variedad de proyectos lanzados en momentos en que la compañía batalla para producir un sedán más asequible del que dependa su futuro.
Cuando la presentación del camión parecía estar llegando a su fin, el vehículo bautizado Semipor Tesla abrió su remolque y apareció el llamativo Roadster. El auto deportivo con techo descapotable de vidrio es una versión actualizada del primer vehículo producido por Tesla.
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Tiene capacidad para cuatro pasajeros y rinde 1,000 kilómetros con una sola carga, un nuevo récord para un vehículo eléctrico, dijo Musk. Puede pasar de 0 a 100 km/h en 1.9 segundos con una velocidad máxima sobre 400 km/h, lo que lo convierte en el auto más rápido en producción general.
“Podrán viajar ida y vuelta entre Los Angeles y San Francisco a velocidad de autopista sin tener que recargar. La idea de todo esto es dar un duro golpe a los autos a gasolina. Conducir un deportivo a combustible se sentirá como una máquina a vapor”, se jactó Musk.
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Los primeros 1,000 autos costarán 250,000 cada uno, pagados por adelantado, con modelos posteriores que partirán en los 200,000 dólares.
Musk no dio un precio para los camiones Semi ni dijo cómo ni dónde los nuevos vehículos serán producidos, pero señaló que el camión comenzaría a ser fabricado en 2019 y que el Roadster estará disponible un año después.
Musk ha dicho que los camiones eléctricos reflejan los esfuerzos de Tesla por alejar la economía de los combustibles fósiles a proyectos de vehículos eléctricos, techos solares y almacenamiento de energía.
Pero algunos analistas consideran que el camión será una cara distracción para Tesla, que está quemando efectivo, nunca ha publicado resultados anuales y está enfrentando “cuellos de botella” para iniciar la producción del sedán Model 3, que costará 35,000 dólares.