
El fracaso de las negociaciones para formar una coalición de gobierno en Alemania deja panorama político tan incierto como inédito en la política alemana. En la noche del domingo al lunes, el presidente del partido liberal FDP, Christian Lindner, líder de la cuarta formación más votada en los comicios de septiembre, rompió las negociaciones que desde hace casi una semana llevaban a cabo los conservadores de la CDU-CSU, Los Verdes y su partido para constituir la llamada coalición Jamaica, conocida así por integrar el negro, el verde y el amarillo, los colores de las tres formaciones.
«Es mejor no gobernar que gobernar mal», dijo Lindner ante las cámaras de televisión, en una decisión a última hora que levantó fuertes críticas. Las discrepancias en política fiscal y medioambiental y en la gestión de la inmigración, con la exigencia de Los Verdes de eliminar las restricciones a la reagrupación familiar de los solicitantes de asilo que hayan conseguido protección subsidiaria en Alemania, hicieron romper las frágiles costuras que se habían tejido en la última semana de negociaciones.
Las reuniones se alargaron hasta altas horas de la madrugada en el edificio de la delegación del gobierno regional de Baden-Würtmberg en Berlín, hasta que la disparidad de posiciones se hizo insalvable. La coalición Jamaica era la única opción que le quedaba Angela Merkel para formar un gobierno estable que le permitiera integrar su cuarta legislatura consecutiva, tras la reiterada negativa de los socialdemócratas del SPD de volver a formar una gran coalición liderada por la canciller.
El partido no olvida el descalabro electoral del 24 de septiembre, cuando cosechó su peor resultado de la historia, motivado en parte por desgaste de cuatro años como socio minoritario de gobierno. El fracaso de las negociaciones complica enormemente el camino de Merkel a la Cancillería y abre un panorama de inestabilidad política sin precedentes en Alemania.
Una situación crítica que se vio reflejada en el serio semblante de la mandataria ante las cámaras minutos después de que Lindner rompiera el diálogo. «Hoy es un día de profunda reflexión acerca de cómo seguir adelante», declaró. Y dijo que se emplearía a fondo como canciller en funciones de Alemania «para liderar de la mejor manera al país a través de estas semanas difíciles».
También te puede interesar:
WeChat rebasa en capital a Facebook
Renuncia el presidente de Zimbabwe tras 37 años en el poder