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¿Por qué los Godinez le tienen miedo a trabajar en Santa Fe?

¿Por qué los Godinez le tienen miedo a trabajar en Santa Fe?

Trabajar en lo que te gusta es uno de los mayores logros profesionales, pero ¿qué pasa cuando ese empleo ideal está hasta Santa Fe?.

Esa zona cuna de los oficinistas, que en las leyendas solemos escuchar como «Ciudad Godinez», es el pavor para todo aquél que quiere trabajar, y no es que tengan las peores condiciones o que las ofertas laborales no existan, a veces son mucho mejores que en otros lados, pero ¿a qué costo las puedes obtener?.

Si eres de los «desafortunados» que trabajan hasta Santa Fe, ya sabes a qué nos referimos; en cambio, si apenas vas a entrar a trabajar o la vacante es en ese lugar, esto es para ti: Razones por las que los Godínez odian Santa Fe



1- El tráfico. Los que comenzaron la creación de una zona exclusivamente de oficinas, nunca se imaginaron que el crecimiento sería a tal magnitud y por tanto los 3 únicos accesos se atascan y todo el tiempo es hora pico. A eso hay que sumarle las obras que hay actualmente en la zona que implican la reducción de carriles.

2. Comida. Si eres inteligente llevas el tupper y puedes sobrevivir, sino, la búsqueda de comida te implicaría desembolsar, al menos, $200 pesos diarios porque zona popof y así, si bien por las mañanas y tardes hay puestos ambulantes que ofrecen variedad de viveres, para ubicarlos debes caminar ciertos tramos.

3. Caminar. Si odias caminar, esta es una de las peores zona, pues todo está construido como en cerro, por tanto todo es subidas o bajadas bajo un clima digno de desierto, si hay sol podrías hasta quemarte, si hay frío te congelas, uff y las lluvias parecen de huracán.

4. Civilización. Si bien hay un edificio de oficinas en cada esquina, hay quienes se atrevieron a comprar «depa» en esta zona porque baro, y creemos que entre semana la deben pasar fatal con tanto Godín, pero en fines de semana está ‘muerto’, ¡que flojera!.



5. Gente. Sí, hay gente y mucha más de la que puedes encontrar en el metro en hora pico, los camiones siempre estarán atascados y siempre habrá quien te haga compañía, no importa la hora.

6. Centros Comerciales. La plaza Godín por excelencia es «Samara», a la hora de la comida se llena de hambrientos oficinistas que desocupan los lugares en menos de dos horas. Con la apertura del Centro Comercial Santa Fe las opciones se abrieron, pero también llegó más gente y esto va a ir creciendo.

¿Hay alguien que ame ‘Godinezlandia’?



Internacional papa francisco Papa León XIV vaticano

Robert Francis Prevost, un moderado estadounidense con fuertes lazos con Perú

AFP

Por: AFP

hace 1 mes

Robert Francis Prevost, un moderado estadounidense con fuertes lazos con Perú

Robert Francis Prevost llegó a Perú por primera vez como joven misionero agustino y años después partió desde el país andino como obispo rumbo al Vaticano, donde este jueves se convirtió en el primer papa estadounidense, con el nombre de León XIV.

Prevost, de 69 años y que también tiene nacionalidad peruana, llega al trono de San Pedro con una reputación de moderado, crucial en un momento en que la Iglesia aparece muy dividida.

Desde el balcón de la basílica de San Pedro del Vaticano, el nuevo papa instó a «construir puentes» a través del «diálogo», avanzando «sin miedo, unidos, dando la mano a Dios y dándonosla entre nosotros».

«Dios nos ama, Dios os ama a todos, y el mal no prevalecerá», afirmó en su primer discurso, en el que trató de unir y tranquilizar ante un mundo asolado por las guerras.

«Mucho por hacer»

Prevost ha pasado un tercio de su vida en Estados Unidos. El resto entre Europa y América Latina, una de las periferias del mundo de donde también era el argentino Jorge Mario Bergoglio.

El diario italiano La Repubblica lo llamó «el menos estadounidense de los estadounidenses» por la moderación de sus palabras.

La idea de un papa norteamericano estuvo por siglos descartada en Roma, ya fuera por la distancia –estaban tan lejos que normalmente llegaban tarde a los cónclaves– o por decisiones geopolíticas.

Según el sitio especializado Crux, tener un pontífice de la primera potencia mundial hacía temer además que la CIA pudiera meter sus manos en la Iglesia.

Arzobispo emérito de Chiclayo, a unos 750 km al norte de Lima, Prevost obtuvo la nacionalidad peruana en 2015.

Dejó Perú para sumarse al gobierno vaticano, donde dirigió el importante dicasterio para los Obispos, que tiene la destacada función de aconsejar al papa sobre los nombramientos de los jerarcas de la Iglesia.

Tras la muerte de Francisco, Prevost dijo que aún quedaba «mucho por hacer» en la transformación de la Iglesia.

«No podemos parar, no podemos retroceder. Tenemos que ver cómo el Espíritu Santo quiere que la Iglesia sea hoy y mañana, porque el mundo de hoy, en el que vive la Iglesia, no es el mismo que el mundo de hace 10 o 20 años», dijo el mes pasado a Vatican News.

«El mensaje siempre es el mismo: proclamar a Jesucristo, proclamar el Evangelio, pero la manera de llegar a las personas de hoy, los jóvenes, los pobres, los políticos, es diferente», añadió.

Misionero en Perú

Fue uno de los cardenales más cercanos a Francisco, cuyo pontificado generó resistencias dentro de los sectores más conservadores.

Pero al mismo tiempo, su sólida formación en Derecho Canónico tranquiliza en estos círculos que buscan un enfoque más centrado en la Teología.

Prevost nació el 14 de septiembre de 1955 en Chicago y asistió a un seminario menor de la Orden de San Agustín en San Luis como novicio antes de graduarse en Matemáticas en Filadelfia.

Políglota, estudió Derecho Canónico en Roma, donde también obtuvo un doctorado.

Se unió a los agustinos en Perú en 1985 para la primera de sus misiones en el país andino.

Al regresar a Chicago en 1999, fue nombrado prior provincial de los agustinos en esa región estadounidense y posteriormente prior general de la orden en todo el mundo.

Regresó a Perú en 2014 cuando Francisco lo designó administrador apostólico de la diócesis de Chiclayo.

Casi una década después, entró en la curia en sustitución del cardenal canadiense Marc Ouellet, que fue acusado de agredir sexualmente a una mujer y renunció por motivos de edad. Entonces, el difunto pontífice lo nombró también presidente de la comisión pontificia para América Latina.

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