La llegada del nuevo año ha supuesto el regreso del gasolinazo al debate público. El origen del temor a un nuevo encarecimiento brusco de los carburantes procede, en esta ocasión, de la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas).
En un comunicado hecho público, la patronal asegura que el precio de la gasolina podría dispararse hasta un 7% si el impuesto federal al que están sujetos los combustibles (el IEPS), que el Gobierno varía para evitar incrementos drásticos en el precio, sigue subiendo.
Esta “variable de ajuste”, como la denomina Carlos Serrano, economista jefe de BBVA Bancomer, desempeña un papel clave en un momento en el que la inflación crece a un ritmo superior al 6% interanual.
Por su parte, Pemex y el Gobierno no tardaron en salir al paso. “Petróleos Mexicanos afirma que se va a mantener la política de precios graduales de combustibles y rechaza categóricamente cualquier comentario especulativo al respecto de supuestos incrementos en los mismos. No existe ningún fundamento para estimar un aumento brusco”, subrayó la dirección del monopolio estatal en un comunicado, al tiempo que cargaba explícitamente contra la asociación de estaciones de servicio.
“Cabe recordar que Amegas representa menos del 5% del total de empresarios del sector y ha realizado constantemente declaraciones sobre los precios de las gasolinas que han resultado imprecisas o hasta mal intencionadas. Llamamos a la prudencia y a evitar la desinformación en un tema tan delicado”.
Minutos después, el Ejecutivo federal respaldaba, en una nota, la posición de la mayor empresa pública de México: “Los precios al público de las gasolinas y el diésel están siendo determinados por cada estación de servicio del país, sin que exista un precio máximo o un precio único determinado por el Gobierno. Sin embargo, como parte del proceso de transición en la apertura del mercado de combustibles, durante 2018 se continuarán amortiguando las variaciones en los precios internacionales de los combustibles mediante el esquema de estímulos al IEPS”.
En otras palabras: las autoridades «harán lo posible» por evitar nuevas subidas bruscas en año electoral.
Con información de El País.
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