Gran contraste se pudo ver el día de ayer en el auditorio del TEC de Monterrey en esta misma ciudad cuando Andrés Manuel López Obrador y José Antonio Meade llevaron a cabo su encuentro con estudiantes. Mientras que el primero abarrotó el auditorio, el segundo tuvo que llevar a cabo su evento ante un auditorio semivacio, tal como lo pudo corroborar el periódico Reforma.
AMLO, quien se presentó a las 14:00 horas, arrancó aplausos del auditorio en varias ocasiones. Una de ellas fue cuando, al preguntarle un moderador cómo sería la relación con los países del norte de ganar la presidencia, contestó simplemente «muy buena».
Mira, no puede ser mala porque tenemos con Estados Unidos 3 mil 185 kilómetros de frontera. Por geopolítica, nada más, por cultura, todos los que viven en la zona fronteriza con México, siempre han convivido en armonía, profundizó AMLO, a petición del moderador.
Pero además, por convenir así a la economía, al comercio. Tenemos que mantener muy buena relación con el gobierno de Estados Unidos. Voy a convencer a Donald Trump, lo voy a hacer entrar en razón, de que la mejor política bilateral, la mejor relación que podemos tener debe fincarse en la cooperación para el desarrollo.
Además, en una dinámica de hablar brevemente de temas nacionales, reiteró su postura contra el AICM y las pensiones de los ex presidentes, pidió una fiscalía que sea «autónoma de la mafia», ofreció someter a consulta la legalización de las drogas y el derecho a decidir de las mujeres y manifestó su rechazo a la reforma educativa.
El último candidato en presentarse ante los estudiantes del Tec de Monterrey fue José Antonio Meade, quien se describió como un candidato honesto y preparado, además de que instó a los jóvenes a actuar, participar y debatir.
Yo creo al revés, muchos de quienes están aquí, deben de tener cerca de su entorno a un servidor público. Y a verdad es que yo estoy seguro de que se sienten muy orgullosos de esos servidores, dijo Meade, ante aplausos del público, cuando se le preguntó sobre ser postulado por el PRI.
El partido no tiene cola, lo que tiene cola son los malos servidores públicos, y hay malos servidores públicos en todos los partidos y de todos los colores.
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