Un edificio de 24 pisos ocupado por personas indigentes colapsó en el centro de San Paulo, la ciudad más grande de Brasil, este martes por la mañana luego de que un incendio consumiera rápidamente su estructura, dejando al menos tres desaparecidos.
Algunos de quienes lograron escapar, relataron que despertaron en la noche rodeados de llamas, pero pudieron salir con sus hijos antes de que la torre se transformara en un esqueleto.
Dramatic eyewitness video shows the moment a high-rise building collapses during a massive fire in Sao Paulo, Brazil.
At least one person was killed in the blaze. https://t.co/NY5yLb4YoO pic.twitter.com/y6Oq0aYFoO
— ABC News (@ABC) May 1, 2018
El departamento de bomberos de San Paulo aseguró que aún no hay un número de víctimas confirmado.
«Hay algunas personas desaparecidas, unas tres, con una muy probablemente muerta», dijo el comandante de bomberos Ricardo Peixoto, a la AFP. «No sabemos cuantas personas había en el edificio, por lo que no sabemos si encontraremos más víctimas entre las ruinas».
Hasta el momento, 250 personas que vivían en el lugar se registraron en listados luego del siniestro, dijo José Roberto, oficial de seguridad de la ciudad.
El incendio comenzó durante la noche y se extendió rápidamente, convirtiendo al edificio en un infierno. Increíbles fotos difundidas en Twitter por el servicio de bomberos muestran las llamas devorando todos los costados de la torre, que luego colapsó.
Imágenes de televisión mostraron también que una iglesia vecina sufrió daños.
«Recibimos un llamado cerca de la 01H30 am (0230 GMT), vinimos enseguida y pocos minutos después cinco pisos del edificio estaban en llamas», dijo Peixoto. «Quince o 20 minutos más tarde el edificio cayó».
Un total de 57 vehículos y 160 bomberos fueron destinados al lugar del incidente, tuiteó el departamento.
San Paulo es la capital financiera de Brasil y la ciudad más poblada de Sudamérica, pero sufre de una gran desigualdad económica.
Escape frenético
Las familias pobres con frecuencia ocupan edificios abandonados o levantan carpas en terrenos baldíos, en ocasiones lindantes con barrios acomodados.
El presidente Michel Temer, el líder menos popular de Brasil, cuyo nivel de aprobación no alcanza a los dos dígitos, fue objeto de un recibimiento hostil cuando visitó brevemente el lugar.
«¡Queremos viviendas!» coreaba la multitud.
Uno de los sobrevivientes, Henrique, de 26 años, dijo que logró escapar del tercer piso con su amiga y su perro.
«Salimos cuando el edificio ya estaba en llamas», afirmó. «Luchamos tanto y ahora perdimos todo».
Otro hombre, José Antonio, describió el frenético escape desde el sexto piso, donde vivía con su esposa, tres niños y su cuñada.
«No sabía si mi hijo había llevado a mi hija menor», relató Antonio, de 48 años, a la AFP. «Todavía había tiempo para volver, entonces volví, miré alrededor, enrollé el colchón. No había tiempo para llevar más nada… no veía a nadie ya en casa y bajé detrás de ellos gritando sus nombres para saber si habían bajado».
El gobernador del estado de San Paulo, Marcio Franca, dijo que era «una tragedia anunciada (…) es un edificio que no tenía las mínimas condiciones de habitabilidad. El Estado no debió haber permitido que estuviera ocupado».
«Desde el punto de vista de la seguridad, el edificio era una bomba de tiempo», concordó Peixoto.
«No había seguridad, la instalación eléctrica no era adecuada, no había escalera de emergencia, la basura se amontonaba, había todo lo necesario para que se desatara un enorme incendio», lamentó.
Información y video cortesía de AFP
Foto: AFP y Departamento de Bomberos de San Paulo
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