Como parte de su campaña para defender la primera enmienda constitucional de Estados Unidos, que protege la libertad de expresión y de culto, el Templo Satánico colocó una estatua de Baphomet, representación de Lucifer.
En una congregación de 150 adoradores de Satán y ateos, se develó la estatua a Baphomet, una representación de más de dos metros que muestra a la criatura con cabeza de cabra y alas, siendo adorado por dos niños.
La efigie fue instalada junto al Capitolio del estado de Arkansas como parte de una protesta que exigía el retiro de un monumento dedicado a los Diez Mandamientos.
El Templo Satánico tuvo que retirar posteriormente su monumento a Baphomet, ya que una ley estatal de 2017 establece que es necesario contar con un patrocinio legislativo para aprobar cualquier monumento.
Sin embargo, los representantes del Templo Satánico expresaron que la religión cristiana debe ser tratada como cualquier otra religión, y que la colocación de monumentos de esa religión es una muestra de intolerancia.
Para el Templo Satánico, la instalación de su estatua podría ser una muestra de tolerancia religiosa.
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Adoradores satánicos, colocan estatua de su deidad #Baphomet, frente a la sede del gobierno de Arkansas, en la capital Little Rock, en protesta de un monumento de los Diez Mandamientos bíblicos en el Capitolio. pic.twitter.com/MJclqr6WqE
— MíoTabasco (@mio_tabasco) 17 de agosto de 2018
El Senador Jason Rapert, quien promovió la instalación del monumento de los Diez Mandamientos, publicó en internet que él respeta los derechos de libertad religiosa de los manifestantes a quienes llamó extremistas.
La campaña del Templo Satánico concluyó cuando el monumento de los Diez Mandamientos fue retirado tras un fallo de la Corte Suprema de Oklahoma que lo declaró inconstitucional.
Imagen: Twitter
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