*Actualmente en el país se manejan dos estándares de seguridad en cuanto a la producción de automóviles, que ponen en riesgo la vida de los mexicanos
Un artículo publicado por la revista Bloomberg explica un serio problema en cuanto a la producción de vehículos en México, pues en el país se producen dos tipos de autos, para los países ricos, con altos estándares de calidad; y para los mexicanos, sin una perfecta regulación.
Recientemente se supo de un letal accidente de tránsito que dejó como saldo trece personas muertas y ocho lesionados, una combi aceleraba por la carretera México-Pachuca, al norte de la Ciudad de México, cuando chocó contra un camión.
La gran pregunta es ¿habría muerto tanta gente si la combi hubiera sido fabricada para Estados Unidos o Canadá?
Esto es lo que los defensores de los consumidores se preguntan, ante cualquier accidente fatal en México, que detrás de Estados Unidos, es el mayor fabricante de automóviles en occidente.
Y ya que el 80 por ciento de vehículos producidos en el país son exportados, las plantas automotrices están totalmente equipadas para cumplir con los altos estándares de seguridad, con las normas más estrictas del mundo.
Sin embargo, en México la resistencia de las armadoras impide que estás normas se cumplan de manera impecable como en otros países.
Existen grupos que exigen una norma oficial más rigurosa, sobre todo si se han suscitado casos fatales como el accidente mencionado, que demuestran que aún hay mucho por hacer.
Se sabe que la Nissan Urvan 2016 involucrada en el accidente no estaba equipada con bolsas de aire ni tenía cinturones de seguridad de tres puntos de anclaje en la parte trasera, tampoco contaba con un sistema de frenos antibloqueo.
Estos requisitos no serán obligatorios sino hasta el 2020 para México, sin embargo son forzosos para Estados Unidos y otras economías avanzadas.
Todo esto pone en la mira la participación de México en el sector automotriz, que desde el acuerdo en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte representó una historia de éxito para esta nación, con más de 26 mil millones de dólares en inversión extranjera directa e los últimos ocho años.
Solo basta recordar que las grandes marcas de la industria, desde Ford Motor Co. hasta Volkswagen AG, cuentan con plantas en el país.
Los defensores de los consumidores culpan de esto tanto a las compañías como al gobierno por resistirse al cambio, que además es para beneficio de los mexicanos. Las críticas más fuertes son para las automotrices, incluidas las diez con sede en Estados Unidos y otros países que tienen fábricas en México que producen para el mercado doméstico.
Ante esta situación, ni la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), que agremia a los fabricantes, ni la Secretaría de Economía, responsable de la regulación, han dado una solución, ni si quiera se aparecen para dar la cara ante esta situación.
¿Cuál es el problema?
Existen dos tipos de tecnología que hacen que un automóvil sea seguro, la que reduce las posibilidades de colisión y la que protege a los pasajeros una vez que el choque es inminente.
Los frenos antibloqueo (ABS), pertenecen a la primera categoría y asiste a los conductores en emergencias al restaurar la tracción de los neumáticos. En Estados Unidos estima que este sistema reduce choques fatales en un 13 por ciento.
Y la tecnología más nueva, el control electrónico de estabilidad (ESC), se basa en el sistema ABS y ayuda a los conductores a mantener el dominio en terrenos resbalosos o en curvas pronunciadas.
La Unión Europea exige el sistema ABS desde 2004 y el ESC desde 2012, mientras que Estados Unidos lo exige desde 2012.
En México, la Secretaría de Economía comenzó un proceso de actualización de las normas de seguridad en 2014, negociando con la AMIA, otros grupos del sector y organismos de protección al consumidor.
El resultado fue una nueva regla que abre una ventana de adopción para exigir que los vehículos nuevos incluyan ABS, cinturones de seguridad de tres anclajes, bolsas de aire y protección delantera y lateral hasta el 2020. Aunque sobre incluir el sistema ESC nada se ha hablado.
Mientras tanto los mexicanos seguirán comprando autos que no cumplen con los altos estándares de calidad que garantizan mayor seguridad, a pesar de que en nuestro propio país tenemos todo para hacerlo, porque son los mejores autos, los que cumplen las normas de seguridad más altas, los que se producen aquí, pero son exportados a los países ricos.
Imagen: Especial
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