* La confirmación de Kavanaugh parecía un hecho hasta que el testimonio de una mujer que lo acusa de abusos sexuales sembró la duda
* Los senadores, encargados de ratificar o rechazar las nominaciones de los integrantes de la Corte Suprema, cuyos puestos tienen carácter vitalicio, aprobaron por 50-48 votos
Donald Trump se anotó una victoria esté sábado luego de que el Senado confirmara a su candidato Brett Kavanaugh para ocupar un cargo en la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos, a un mes de unas disputadas elecciones legislativas.
Los senadores, encargados de ratificar o rechazar las nominaciones de los integrantes del máximo tribunal, cuyos puestos tienen carácter vitalicio, aprobaron por estrecha mayoría (50-48) la designación de Kavanaugh, tras un proceso marcado por acusaciones de agresión sexual contra el juez de 53 años, que datan de sus años de adolescencia.
Con esta votación se cerraron varias semanas de encarnizada lucha política, en medio de las denuncias contra el magistrado que dividieron a la sociedad estadounidense.
«Aplaudo y felicito al Senado por la confirmación de nuestro formidable candidato», señaló en Twitter el presidente estadounidense, que defendió firmemente a Kavanaugh durante todo el proceso de confirmación.
«Hoy, más tarde, firmaré su designación y será juramentado oficialmente. ¡Muy emocionante!», agregó.
Kavanaugh será juramentado en una ceremonia privada por John Roberts, presidente de la jurisdicción de mayor rango de Estados Unidos, que verifica la constitucionalidad de las leyes y arbitra en los conflictos más espinosos de la sociedad.
Mientras se esperaba el acto, en las escalinatas del Capitolio opositores a la confirmación manifestaban su ira.
El líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, dijo que estaba «orgulloso» de sus colegas, mientras que el vicepresidente Mike Pence, quien presidió la cámara alta durante la votación, calificó este día como «histórico para nuestro país».
«Es un día triste, pero la respuesta deberá producirse el día de las elecciones», comentó en cambio a la prensa la senadora demócrata Amy Klobuchar.
Lisa Murkowski, la única senadora republicana que se opuso a Kavanaugh, dijo que era hora de que el cuerpo y los estadounidenses «sanen» tras semanas de divisiones.
Murkowski reconoció la angustia de los manifestantes que interrumpieron varias veces la histórica votación del Senado, y dijo a los reporteros que «estaba cerrando los ojos y orando. Orando por ellos, orando por nosotros y orando por el país».
El desembarco en la Suprema Corte de este conservador colocará a los jueces progresistas en minoría -cuatro de nueve- probablemente por varias décadas.
Los demócratas y los defensores de los derechos civiles se movilizaron sin éxito desde la nominación de Kavanaugh en julio para intentar evitar su confirmación, con campañas y manifestaciones orientadas a cambiar el voto de los republicanos moderados.
Área restringida
La nominación de Kavanaugh dio lugar a intensas protestas en varias ciudades estadounidenses. El viernes, más de 100 personas fueron detenidas en Washington.
Este sábado, unos 200 manifestantes se reunieron fuera del Capitolio, agitando pancartas y coreando: «No queremos a Kavanaugh» y «Ya llega noviembre», en referencia a las elecciones de mitad de mandato.
Las autoridades tomaron la inusual medida de cercar el Capitolio para mantener a los manifestantes alejados.
Según Trump, mujeres en apoyo del juez ocuparon masivamente la zona del Capitolio.
«Es algo hermoso de ver -y no se trata de manifestantes profesionales a quienes se les entregan carteles caros», dijo el mandatario en Twitter.
El viernes, Trump dijo que el multimillonario George Soros, donante del Partido Demócrata, estaba detrás de las manifestaciones que se realizaron contra Kavanaugh.
«Nada» en el informe
La confirmación de Kavanaugh parecía un hecho hasta que a mediados de septiembre el testimonio de una mujer que lo acusa de abusos sexuales sembró la duda sobre su probidad y amenazó su candidatura.
Christine Blasey Ford, profesora universitaria de 51 años, lo denunció por una serie de agresiones en 1982, durante fiestas de adolescentes.
Esas afirmaciones cayeron como un balde de agua helada en un país ya muy sensible a los temas de agresiones sexuales tras el surgimiento del movimiento #MeToo.
Durante una audiencia en el Senado seguida a distancia por 20 millones de estadounidenses, Ford dijo estar «100% segura» de haber sido agredida por Kavanaugh cuando tenía 15 años y él 17.
El magistrado respondió asegurando su inocencia y se presentó como víctima de una campaña orquestada por la izquierda.
Bajo la presión de legisladores indecisos, el Senado encargó una investigación a la policía federal, el FBI, que en la noche del miércoles comunicó su dictamen.
El informe dejó satisfechos a los republicanos, para los cuales no había «nada» comprometedor sobre el magistrado.
Pero los abogados de Ford consideraron que la investigación no fue satisfactoria. «Una investigación del FBI que no incluyó entrevistas con la Dra. Ford y el juez Kavanaugh no es una investigación significativa», dijeron.
La incógnita aún es el impacto que la nominación de Kavanaugh pueda tener en las elecciones legislativas de medio mandato previstas para noviembre.