La tarde se empieza a volver noche y ésta se siente fría. Al interior de El Plaza las personas se cuentan con los dedos. Todas éstas ya forman un par de filas sobre el ancho del escenario para disfrutar de la experiencia en su máximo esplendor.
Los instrumentos ya están colocados pero antes aparece una joven originaria de Manchester que se hace llamar Ren Harvieu. Vestida elegantemente de negro, toma el micrófono y con un ligero toque de nerviosismo, empieza a cantar acompañada simplemente del silencio que el público genera para escuchar su propuesta.
El lado bonito de la nostalgia y melancolía |
«Será algo bastante aburrido», pienso al final de su canción. Algunos aplausos que rompen el hielo y de inmediato convoca a Romeo Stodart, vocalista y guitarrista de la banda principal de la noche. Por supuesto, el público enloquece y él responde con su carismática sonrisa que indudablemente, crea una atmósfera cálida y pacifica.
Me acerco un par de pasos más al escenario pues la segunda canción de Ren me llama la atención. En breve, Michele Stodart aparece con su bajo y los respectivos aplausos. La magia simplemente sucede. No sé a ciencia cierta qué es. Tal vez la luz tenue del escenario, probablemente el delicado bajeo Michele, también podría ser la hermosa melodía que externa la guitarra del inigualable Romeo. Aunque al final, creo estar seguro que se trata de la nostálgica voz de Ren Harvieu que sumada a su atractivo acento inglés termina por hacerme aplaudir el resto de sus canciones.
Promete regresar el próximo año con el disco en el que está trabajando y yo deseo que nuevamente se acompañe de los hermanos Stodart pues en ese formato, podrían conquistar el mundo y llenarlo de lágrimas que saben a felicidad.
This is our music, these are rebel songs. Are you in or out? |
El reloj avanza más de lo que imaginaba y cuando despego la mirada del escenario, El Plaza ya luce lleno y particularmente feliz. Las luces se vuelven a apagar, Un coro infantil suena en todo el inmueble y marca el inicio de The Magic Numbers a través de una de sus cartas más fuertes: ‘Forever Lost’. El público corea, las manos se extienden en lo alto y la banda se muestra conmovida.
Tras un energetico, «México, estamos de vuelta», The Magic Numbers se embarca en un set de canciones de Outsiders (su nuevo disco) acompañadas de algunas de Alias (2014). Entre ellas, ‘You K(no)w’ y ‘Shot in the Dark’.
Por supuesto, clásicos como ‘Love’s a Game’ y ‘Take a Chance’ terminan de completar la ecuación y sí, sacar lo mejor de cada uno de los asistentes.
Durante el concierto, se siente nostalgia de la que te hace sonreír. Ya habían pasado varios años desde que el cuarteto había pisado el mismo escenario. Se nota incluso en la apariencia de éste. Sin embargo, el sentimiento es el mismo. Es como volver a ver a esa persona que te cambió la vida, tenerla de frente y descubrir que ni el paso del tiempo ha cambiado la forma en la que late tu corazón.
Encuentros y despedidas |
En este encuentro, escribes nuevas historias de la mano de versiones en vivo de ‘Ride Against the Wind’ y la siempre tierna ‘Sing me a Rebel Song’. Le pones fecha a las ocasiones especiales con momentos aún más especiales, como cantar junto a The Magic Numbers ‘Fear of Sleep’ por primera vez en 6 años. Finalmente, revives las historias del pasado a través de ‘Love me Like You’, una de las canciones que definieron tu adolescencia llena de amores y desamores.
Sí, The Magic Numbers es como volver a ver a esa persona que creíste, jamás volverías a ver. Te eriza la piel con versos que jamás olvidas, te hace sonreír al escuchar versiones diferentes a los discos, te hace viajar entre dulces melodías, te hace creer en lo eterno con cada puente musical que parece no querer acabar y te recuerda que el significado de la vida se encuentra escondido entre pequeños detalles. Por ejemplo, cantar junto a cientos de desconocidos ‘This is a Song’ como si el mañana no existiera.
Y es que, al final nadie sabe si existirá. Así que de momento -y mientras termina ‘Mornings Eleven’- lo único que quieres, es estar ahí para el siguiente encuentro y ver qué tantas cosas han cambiado.
Todas las fotos: Diego Ventura
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