* Plácido Domingo es el actual director de la Ópera Nacional de Washington y la de de Los Ángeles.
Luego de la toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador como presidente de México, el laureado tenor español Plácido Domingo confío que las promesas se cumplan, porque «las intenciones son buenas».
“Hoy empieza un nuevo sexenio, esperamos que las promesas se cumplan, no son fáciles, hay mucho, pero las intenciones son buenas”, dijo el cantante considerado una de las figuras más importantes de todos los tiempos del canto lírico, durante la presentación del libro “Zarzuela. Síntesis ilustrada”, de Manuel Rajal Fernández, en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.
En el Auditorio «Juan Rulfo», el actual director general de la Ópera Nacional de Washington y de la Ópera de Los Ángeles (California) habló de su conexión con Guadalajara.
En especial, detalló, con el Teatro Degollado, donde debutó como barítono en 1959 a los 16 años y sus padres Pepita Embil y Plácido Domingo, especializados en la zarzuela, con frecuencia se presentaron en ese recinto.
“Hoy, justo hace 72 años, mis padres emigraron a México, era el día en que tomó posesión el presidente Miguel Alemán, y después de siete sexenios, quiero decir que México ha sido la segunda patria».
“Lo fue para mis padres, para mi hermana, mi tía; fue la segunda patria donde vivieron los restos de sus vidas”, señaló el tenor al tiempo que recordó su debut como cantante en el Teatro Degollado con la zarzuela «Molinos de Viento», de Pablo Luna.
Domingo, quien formó parte del trío «Los tres tenores», junto a su compatriota José Carreras y al italiano Luciano Pavarotti, dejó en claro que la ciudad de Guadalajara fue donde sus padres actuaron más veces.
“El amor y el cariñó que el público tenía hacia mis padres a nosotros nos llenaba de ilusión”, comentó el tenor, quien recordó la anécdota de su madre, cuando cantaba y desde el escenario del Teatro Degollado observó que una niña caía del quinto piso, y fue atrapada por un soldado que se disloco el hombro al salvarla.
“Mi madre cantaba la romanza de los Molinos de Viento, era especialista en cantar algo que fuera muy sentido, y de pronto lanzó un grito y una niña se estaba cayendo del quinto piso del teatro y sí, se cayó, pero con el grito de mi madre un soldado la recibió; o sea que la niña se salvó y el soldado se dislocó el hombro».
“Fue un momento increíble, porque la gente comenzó a decir que la voz tan preciosa de Pepita había salvado la vida de la niña”, recordó el tenor, quien agregó que su conexión con Guadalajara fue cantando zarzuela al lado de sus padres y después cuando lo hizo como solista.
La presencia de Placido Domingo obedece no sólo a la presentación del libro, sino que será el encargado de cerrar las actividades de la FIL de Guadalajara el 2 de diciembre.
Información e imagen: Notimex
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