* Los oficiales descubrieron que al pequeño le negaban los alimentos, lo obligaban a usar pañal y lo mantenían encerrado en un closet con alambres y clavos expuestos
* Cuando la policía fue a la residencia de los Bleimeyer, la pareja ya había sacado al niño y se mostró renuente a cooperar
Tammi y Bradley Bleimeyer fueron acusados de lastimar a un menor de edad.
En 2014, la policía recibió información acerca de un niño de cinco años en estado deplorable de salud.
El reporte lo realizó el hijo, entonces de 16 años, de Tammi Bleimeyer y describió las terribles condiciones en las que vivía su hermanastro.
Jordan, hijo biológico de Bradley e hijastro de Tammi, vivía una infierno, mientras su madre biológica luchaba por tener su custodia.
Los oficiales descubrieron que al pequeño le negaban los alimentos y lo obligaban a usar pañal.
Además, la pareja mantenía encerrado al niño encerrado en un closet con alambres y clavos expuestos.
Cuando las autoridades lo encontraron, Jordan pesaba alrededor de 13 kilogramos.
“Los padres le daban una rebanada de pan de vez en cuando. Si no lo comía rápidamente, se la quitaban”.
Los doctores compararon su estado de inanición a aquél de una víctima del Holocausto.
El rescate
Cuando la policía fue a la residencia de los Bleimeyer, la pareja ya había sacado al niño y se mostró renuente a cooperar.
Un día después, los oficiales localizaron a Tammi en un hotel con el niño lleno de moretones.
La policía que encontró a Jordan dijo que al pequeño le quedaban días de vida.
Durante el juicio, se reveló que el padre drogaba al menor para mantenerlo callado cuando recibían visitas.
El niño no tenía permitido comer con el resto de la familia.
El hermanastro de Jordan declaró que también estamparon la cabeza y fue atacado con una arma de electrochoques.
Bradley se declaró culpable y recibió una sentencia de 15 años en prisión.
Durante el juicio de Tammi, uno de sus hijos biológicos testificó en su contra.
“Estoy aquí para hacerte una pregunta retórica ¿Cómo pudiste hacerle esto a tus hijos? Has provocado en mí sentimientos de tristeza, enojo, confusión y vacío. Puedo decir que nunca seré el mismo gracias a esto”.
Jordan tiene ahora nueve años y vive, sano y feliz, con su madre biológica.
Imagen: Youtube (captura)
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