*Luego de la fuerte contingencia ambiental en Nuevo León, provocada por las múltiples carnes asadas preparadas para recibir el 2019, sale a la luz este estudio

Seguramente recuerdan la noticia con la que los regios iniciaron el 2019, cuando la calidad del aire fue muy mala gracias a las carnes asadas que armaron para recibir el año.

Bueno, pues ahora resulta que esto llamó la atención de un grupo de investigadores que decidieron estudiar los efectos colaterales de preparar una deliciosa carne asada.

¡¿Qué?!

Así es, existen varios estudios que sustentan que preparar carne asada emite más gases tóxicos que un automóvil.

Suena muy triste, pero de acuerdo con algunos miembros de la Universidad de Texas, es muy cierto.

Resulta que realizaron una investigación sobre las consecuencias y la repercusión que tienen las parrilladas en nuestra salud.

Esto, en efecto, arrojó como resultado una muy mala noticia para los amantes de la carne asada.

Al prepararla, el proceso genera una serie de partículas diminutas que son dañinas para la salud.

El estudio

De acuerdo con el estudio, llamado HOMEChem, (Observaciones en Casa de la Química Microbiana y Ambiental, por sus siglas en inglés), estas partículas se “instalan” fácilmente en el organismo.

La presencia de estas partículas nombradas PM2.5 y que pueden viajar por el torrente sanguíneo, pueden llegar hasta los pulmones, el hígado, el corazón y el cerebro.

Su presencia en un entorno, incluso al aire libre, puede durar hasta una hora, esto significa que nuestro organismo está expuesto a un daño severo.

Carne asada y pan tostado

Una reacción similar se vio reflejada con el uso de los tostadores de pan, que pueden llegar a emitir estas partículas tóxicas.

Incluso, su nivel de contaminación fue comparado con el centro de la ciudad de Texas, un lugar sumamente transcurrido por vehículos.

¿Y ahora qué haremos?

Imagen: Especial