* Con el CowToilet (baños para vacas), «atacamos el problema directamente en la fuente», declaró Henk Hanskamp, autoempresario y creador del orinal
Las vacas holandesas ya comienzan aprender el uso de un orinal, para tratar de reducir las emisiones de gas con efecto invernadero.
Con el CowToilet (baños para vacas), «atacamos el problema directamente en la fuente», declaró Henk Hanskamp, autoempresario y creador del orinal.
Para limitar el impacto del sector agrícola en el medio ambiente, el gobierno holandés, que lucha contra el calentamiento climático, impuso medidas estrictas para los agricultores como restricciones en el tamaño de los rebaños, limitación de los periodos de fumigación del estiércol y normas sanitarias en los establos.
«Una vaca nunca será totalmente limpia, pero podemos enseñarle a ir al baño», añadió Hanskamp.
Conocida por estar en la vanguardia de la innovación, Holanda es el segundo exportador agrícola y agroalimentario del mundo, después de Estados Unidos.
Al captar la orina, el CowToilet reduce las emisiones de amoniaco, compuesto químico creado cuando el líquido entra en contacto con el estiércol.
Y a partir de ese amoniaco se crea el protóxido de nitrógeno, un gas con efecto invernadero.
El funcionamiento del CowToilet es simple: el orinal está situado en un recipiente colocado en la parte posterior del bovino.
El proceso
Cuando se le ofrece a las vacas el alimento granulado y termina de comer, un robot estimula un nervio situado bajo la ubre, lo que le da deseos de orinar.
Las vacas producen entre 15 y 20 litros de orina por día.
Hanskamp, cuya empresa desarrolla innovaciones para el sector agrícola, prevé cuando perfeccione el invento, «reducir al menos en la mitad las emisiones de amoniaco liberadas».
Los científicos y los universitarios saludan la llegada al mercado del orinal, prevista para 2020, y que ganó a mediados de marzo un premio local al mejor invento.
«Los establos se vuelven más limpios y el piso más seco. Y menos humedad en los suelos significa mejor salud», observa Jan Velema, veterinario que asistió a las pruebas, citado por el diario De Volkskrant.
«Las vacas ya se habituaron», se congratula Hanskamp.
«Reconocen el recipiente, levantan la cola y orinan», añadió.
Imagen: AFP