* Hausmann se nutre de estereotipos para celebrar la rica diversidad de Latinoamérica en videos que se han viralizado
De los diferentes acentos del español a las cosas que los latinos blancos están hartos de escuchar en Estados Unidos o la crisis en Venezuela, la efervescente comediante Joanna Hausmann se nutre de estereotipos para celebrar la rica diversidad de Latinoamérica en videos que se han viralizado.
Los sketchs en inglés de esta suerte de antropóloga humorística venezolano-estadounidense de largo cabello rojo, ojos azules y expresividad inagotable suman más de 70 millones de visualizaciones y la han hecho conocida en Latinoamérica y Estados Unidos.
Sobre todo tras sus videos sobre la crisis en Venezuela, incluido uno reciente de opinión para el diario The New York Times, que le generó una avalancha de aplausos pero también críticas de defensores del chavismo.
No soy de aquí, ni soy de allá
Hija de venezolanos y nieta de exiliados cubanos e inmigrantes judíos de Alemania y Bélgica que huyeron del Holocausto y se instalaron en Caracas, la actriz, escritora y comediante de 30 años que tiene casi 220.000 abonados a su canal en YouTube, «Joanna Rants» (Joanna despotrica), nació en Inglaterra y creció entre Caracas, Washington DC, Boston y Nueva York.
Fresca y desinhibida, es un torbellino que habla tan bien español como inglés, ambos a una velocidad vertiginosa, gesticulando y haciendo mil caras para expresarse mejor.
Cuenta que desde pequeña recurrió a la comedia «para encajar en el mundo».
«La comedia fue para mí una manera de encajar en algo y poder describir lo que yo era para los demás», reflexiona Hausmann, que en un sketch asegura que heredó lo peor de los latinos y los judíos porque es «mala bailando y terrible con el dinero».
En sus rutinas de stand-up en teatros o en sus videos, Hausmann utiliza clichés y estereotipos para demostrar que Latinoamérica va más allá de México y que los latinoamericanos no son siempre el alma de la fiesta ni son todos jardineros o empleadas domésticas.
En un sketch, un grupo de latinoamericanos hace una intervención a un argentino para tratar de curar su egocentrismo.
En otro, Hausmann ironiza sobre los estándares de belleza y cómo han llevado a algunas mujeres venezolanas a acortar sus intestinos o implantar plástico en sus lenguas para comer menos.
También explora la xenofobia y el racismo en su hilarante sketch «¿Qué significa ‘hablar americano’?» o la objetivización de las mujeres en el reguetón, y se adentra con humor en la ciencia y la pseudociencia en la serie de Netflix «Bill Nye saves the world».
Imagen: AFP