En Cataluña, el líder del conservador Partido Popular, Pablo Casado, pidió al gobierno español tomar una serie de medidas excepcionales.

Lo anterior, ante una «escalada de violencia inadmisible» en Cataluña tras la condena a dirigentes independentistas.

Entre esas medidas, Casado instó a «aplicar ya la Ley de Seguridad Nacional», para que el Estado asuma las competencias en materia de seguridad en Cataluña.

Con ello, garantizar que el presidente regional independentista Quim Torra «no esté en ningún momento en la cadena de mando».

Jefe del principal partido opositor, Casado habló tras haber sostenido una reunión en el palacio de gobierno con el presidente del gobierno, el socialista Pedro Sánchez.

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De la cual salió «con la preocupación de que la imprevisión ha sobrepasado» al Ejecutivo «frente a una escalada de violencia inadmisible».

Sánchez, quien ha dicho que actuará de manera firme pero proporcionada, convocó a los líderes de la oposición para discutir los hechos violentos registrados desde lunes.

LA VIOLENCIA EN CATALUÑA 

El Tribunal Supremo condenó a nueve líderes independentistas catalanes a duras penas de cárcel por su papel en la tentativa de secesión de 2017.

La noche del martes, manifestantes se enfrentaron a la policía en Barcelona y otras ciudades catalanes, requiriendo que 125 personas fueran atendidas por los servicios sanitarios.

El lunes ocurrieron altercados cuando miles de personas bloquearon en aeropuerto de Barcelona.

Casado pidió también al gobierno enviar un requerimiento a Torra, quien ha respaldado las manifestaciones, exigiéndole cumplir con «sus obligaciones constitucionales».

Esto sería un primer paso legal para una eventual intervención de la autonomía regional, como la que ya tuvo lugar en 2017 luego de la fracasada sesión.

Además, Casado llamó a la fiscalía a investigar a Torra y otras autoridades catalanes por «incitar al desorden público y la desobediencia».

A los Comités de Defensa de la República (CDR) y el «Tsunami Democrático», dos colectivos que han promovido protestas, por «estragos, desórdenes y atentados contra la autoridad».

A poco más de tres semanas para las elecciones legislativas del 10 de noviembre, Casado conminó a los socialistas a «romper cualquier acuerdo institucional» con partidos independentistas.

Como los que tienen para gobernar ayuntamientos en Cataluña.

Sánchez, quien según encuestas ganará los comicios pero lejos de una mayoría para formar gobierno, es acusado por la derecha de ser débil frente a los independentistas, que ayudaron a llevarlo al poder en junio de 2018