Imagen: AFP
- 32 personas murieron tras producirse una estampida durante el funeral del general Qassem Soleimani
- En el incidente otras 190 personas resultaron heridas
- A la ceremonia asistieron miles de personas que clamaban venganza contra Estados Unidos por la muerte del general
Al menos 32 personas murieron y varias docenas resultaron heridas el martes en Kerman, ciudad del sureste de Irán. Ello tras producirse una estampida durante el funeral del general Qassem Soleimani, en el que participaron miles de ciudadanos, informó la televisión pública.
En la televisión pública, Pir Hosein Kulivand, jefe del servicio nacional de emergencias iraní, declaró:
«Desgraciadamente (…) 32 compatriotas perdieron la vida hasta este momento en el camino del féretro de Soleimani»
Otras 190 personas resultaron heridas, agregó.
«¡No compromiso, no sumisión, revancha!», gritaba la multitud mientras trataba de atisbar el féretro con los restos de Soleimani, en Kermán, sureste de Irán.
Fieles de Soleimani provocan estampida en su funeral
Periodistas de la AFP en Kerman, tierra natal de Soleimani, pudieron comprobar que las calles de la ciudad estaban inundadas de fieles. Soleimani fue jefe de la Fuerza Quds, unidad de élite encargada de las operaciones exteriores de los Guardianes de la Revolución. Soleimani murió el viernes en un ataque por dron estadounidense en Irak.
Mucha gente pasó la noche para estar presente en el último adiós a Soleimani.
«Dios quiera vengar su sangre», dijo Dorani, una mujer de 45 años a la AFP.
Hemmat Dehghan, de 56 años, fue combatiente de la guerra Irán-Irak (1980-1988), de la que el ahora «mártir» fue «gran comandante de la defensa sagrada».
«A Soleimani se le quería, no solo en Kermán o en Irán, sino en el mundo entero», asegura a la AFP
Soleimani ascendió a título póstumo al grado de general de cuerpo del ejército, algo inaudito desde hace años en Irán. El oficial es visto en su país como un héroe por el combate que libró contra los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) en Irak y Siria. Esto evitó, a ojos de los iraníes, que su nación multiétnica se desintegrara como ocurrió con sus vecinos Irak, Siria o Afganistán.
En Kerman, mucha gente pasó la noche para estar presente en el último adiós a Soleimani.