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- Aunque las manifestaciones eran pacíficas, varias personas fueron detenidas.
- Estados Unidos señaló a Cuba por «bloquear» la libre expresión de la gente.
- Entre las personas arrestadas hay líderes sociales de Cuba.
Las protestas opositoras en Cuba se «frenaron» por la fuerte presencia policial; el arresto de varios líderes fue calificada por el gobierno como una «operación fallida» de Estados Unidos.
Acusó a La Habana de usar «técnicas de intimidación» para «silenciar la voz del pueblo cubano».
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, denunció una «operación fallida». Esto luego de que el gobierno haya acusado durante semanas a Estados Unidos de querer desestabilizar Cuba con esta manifestación, convocada para reclamar la liberación de los presos políticos.
«Algunos de mis colegas en Washington parece que se quedaron vestidos para nada, para la fiesta suya que no ha ocurrido», dijo Rodríguez en una transmisión en vivo de Facebook.
Más tarde, Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, señaló en un comunicado que el gobierno cubano recurrió «a duras penas de prisión, a detenciones esporádicas y a técnicas de intimidación (…) en su intento de silenciar la voz del pueblo cubano».
Francia también urgió el lunes en un comunicado a La Habana a «garantizar el derecho de la población cubana a reunirse y manifestarse pacíficamente», señalando que sigue «con preocupación» la situación.
Las protestas en Cuba
Hacia las 15:00 horas locales, cuando estaba previstas las protestas en La Habana, Cuba, y en 6 provincias más, las calles de la capital estaban en calma. Ello bajo una fuerte vigilancia de policías uniformados o de civil.
Algunos cubanos postearon en redes sociales sus fotos vestidos de blanco, de acuerdo con la convocatoria, pero en general no respondieron al llamado.
El canciller ironizó diciendo que «el guión no ha sido bueno y la puesta en escena ha sido peor». En cambio calificó la jornada del lunes como «festiva» con la llegada de «decenas de vuelos» que «ha reanimado el turismo internacional».
El día de la convocatoria de la manifestación coincidía con la reapertura de fronteras al turismo internacional.
Campañas mediáticas contra Cuba
El presidente Miguel Díaz-Canel había denunciado el domingo la intención de «subvertir el orden interno» y «campañas mediáticas contra Cuba».
Las autoridades habían prohibido la manifestación y amenazado a los organizadores, el grupo de debate político Archipiélago. Cuenta con 37,000 miembros dentro y fuera de Cuba.
Varios disidentes cubanos fueron arrestados, entre ellos Manuel Cuesta Morúa, vicepresidente del Consejo para la Transición Democrática.
«Fue detenido por la Seguridad del Estado hoy a eso de las 13:00 horassaliendo de la casa» en La Habana, dijo su esposa, Nairobi Scheri.
La líder del movimiento disidente Damas de Blanco, Berta Soler, y su marido, el expreso político Ángel Moya, también fueron detenidos, según anunció en Twitter la disidente Martha Beatriz Roque.
Otro disidente, Guillermo Fariñas, está detenido desde el viernes.
Muchos opositores, promotores de la manifestación y periodistas independientes dijeron haber sido bloqueados en sus casas por agentes de la Seguridad del Estado.
Varios de ellos denunciaron que fueron víctimas de actos de repudio, manifestaciones de simpatizantes del gobierno usadas desde hace años para increpar a los disidentes. También denunciaron que les cortaron la conexión a internet.
Crisis económica
«Si no me dejan salir hoy, lo haré mañana con más convicción y decisión que hoy», prometió en Twitter Saily González, que convocó a la manifestación en la central ciudad de Santa Clara.
Su plan de salir el domingo a marchar solo con una rosa blanca en la mano se acabó; agentes de seguridad que bloquearon su edificio.
Este llamado en Cuba a las protestas ocurre 4 meses después de las históricas y espontáneas manifestaciones del 11 de julio; dejaron un muerto, decenas de heridos y 1,270 personas detenidas.
La isla vive su peor crisis económica en casi 30 años, con una grave escasez de alimentos y medicinas. También un creciente descontento social y la polarización entre defensores y críticos del gobierno.