Luchar contra contaminación de Xochimilco a solas: conoce esta historia : Digitall Post
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Luchar contra la contaminación a solas: esta es la historia de Omar Menchaca, quien cuida Xochimilco con sus manos

AFP

Por: AFP

hace 3 años

Luchar contra la contaminación a solas: esta es la historia de Omar Menchaca, quien cuida Xochimilco con sus manos
  • El hombre de 66 años recorre los canales recogiendo la basura que la gente tira en ellos.
  • Afirma que uno de los mayores daños a la zona los causan las lanchas motorizadas.
  • Este es el panorama de la contaminación en Xochimilco.

Entre el silencio, el aire frío y los claroscuros del alba, Omar Menchaca rema sobre los canales de Xochimilco, uno de los últimos vestigios del México prehispánico, protegiéndolo con sus propias manos de la contaminación que dejan miles de visitantes.

Al paso de su kayak monoplaza, garzas y pelícanos alzan el vuelo entre la bruma matinal, suspendidos sobre las aguas. Hacia el sur, los 5,000 metros de altura del volcán Popocatépetl, ubicado entre Ciudad de México y Puebla, coronan la escena.

Menchaca, de 66 años, parece remar muy lejos de la red de autopistas que rodea a la capital mexicana y sus nueve millones de habitantes.



«El periférico está a solo 600 metros», sonríe este jubilado delgado, quien dejó su auto en el estacionamiento del embarcadero después de salir antes del amanecer de su casa en Coyoacán, en la Ciudad de México.

Regularmente, Omar deja sus remos para recoger con sus manos basura, residuos, botellas y empaques que flotan en la superficie del agua en medio de flores acuáticas de Xochimilco, donde persiste la contaminación.

«Venía a este lugar porque aquí hacía mis entrenamientos para mis competencias», recuerda este veterano campeón de atletismo. «Con el tiempo empecé a notar desgraciadamente que los canales estaban cubiertos de basura».

La canoa prosigue su camino a orillas de las chinampas, una suerte de huertos flotantes.



Xochimilco, sus canales y chinampas son una última huella del México-Tenochtitlan prehispánico, un entramado de islas e islotes sobre el lago de Texcoco, que se ha ido secando con el paso de los siglos. En 1987 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Amenaza urbana

Omar conoce la historia como la palma de su mano y la comparte con los turistas cuando organiza recorridos en canoas. Adora ver a los niños imitarlo en la recolección de desechos.

Xochimilco también es célebre por sus trajineras, una especie de góndolas de colores vivos, que cada fin de semana llevan a bordo parejas, familias o grupos de amigos beben cerveza y comen tacos al son de los emblemáticos mariachis.

«Xochimilco es visitado aproximadamente por 6,000 personas los fines de semana. Desgraciadamente no tienen el cuidado de proteger la zona», lamenta Omar.

Observa también que las canchas de futbol han reemplazado a las chinampas, aumentando la presión del ocio masivo.

Con el remo en la mano, el jubilado maldice cuando se cruza con botes motorizados.

«Los canales de Xochimilco son bajos, medio metro de profundidad. Una embarcación de motor que llega a transportar hasta 40 personas trae ruido, contaminación de aceite y gasolina en los humedales, disminuye la oxigenación», explica.

Al mediodía, Omar regresa al embarcadero a través de un vasto canal con una vista impresionante del Ajusco, un cerro que se eleva alrededor de 3, 900 metros dentro de los límites de la CDMX.

Su canoa llega desbordada de residuos y basura. Omar saluda a un hombre que recoge lodo, un abono natural, explica.

«Los del embarcadero deberían de recoger toda la basura y no Don Omar», dice el agricultor Noé Coquis Salcedo, de 69 años.

 «Si no hacemos algo…»

En tierra firme, Omar vierte los desechos que ha recolectado en un basurero contiguo al lado del estacionamiento del embarcadero donde, ese día, policías al volante de un vehículo de entrenamiento practican derrapes controlados.

Autoridades locales aseguran que también cuidan los canales y las chinampas de Xochimilco.

«El mantenimiento de canales y apantles es constante, lo que fortalece el ecosistema y permite la libre navegación para beneficio de productores de la región y sector turístico», afirma el alcalde de Xochimilco, José Carlos Acosta, quien dice que hay 160 kilómetros de canales que mantener.

«Los canales son senderos», reflexiona Omar, sentado a la mesa de un restaurante al borde del embarcadero, cuando es momento de degustar una enchilada tras horas de esfuerzo físico.

«Por eso cuando veo esta basura procuro recuperarla para que quien viene disfrute de un sendero limpio», dice.

Bajo el cálido sol de enero, jóvenes se sumergen desde lo alto de una trajinera amarrada en el embarcadero de Xochimilco, sin pensar en la contaminación.

«Si nosotros no hacemos algo por nuestro planeta, va a llegar el momento en que…». Omar se queda un momento con las manos extendidas en un gesto de impotencia. «Va a quedar muy poco que disfrutar».

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Nacional aranceles comercio Donald Trump Estados Unidos frontera México

Miedo en la frontera entre México-EU por los aranceles de Trump

AFP

Por: AFP

hace 4 semanas

Miedo en la frontera entre México-EU por los aranceles de Trump

En su camión cargado con vehículos Toyota, Raúl Hernández hace fila al amanecer para cruzar la frontera entre México y Estados Unidos, preocupado por los aranceles que anunciará el presidente estadounidense, Donald Trump.

Si Trump sigue adelante con su plan para imponer estos impuestos aduaneros y obligar a las empresas a mover su producción a Estados Unidos, muchos trabajadores en México van a sufrir, dice.

«Va a dejar mucha gente sin trabajo aquí», asegura este conductor de 37 años a la AFP, mientras espera en la cola para pasar a la vecina San Diego desde Tijuana.

Las fábricas que operan empresas extranjeras son vitales para la economía de ciudades fronterizas como Tijuana y sus miles de trabajadores, señala Hernández.

Muchos puestos de trabajo dependen de las exportaciones a Estados Unidos. «Si las plantas paran por los aranceles sí perjudica a México, perjudica a la ciudadanía mexicana».

Detrás de él, en la fila de camiones, Omar Zepeda también transporta camionetas Toyota Tacoma desde una planta cercana de esa armadora japonesa.

Al igual que Hernández, Zepeda está nervioso por el impacto de los aranceles.

«Va a bajar bastante el trabajo con nosotros, porque va a subir el producto (de precio) y va a haber menos compras», prevé este conductor de 40 años.

«Viene algo difícil»

Las ciudades industriales del norte de México albergan miles de fábricas gracias a beneficios fiscales y al acuerdo de libre comercio con Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

La mayor parte de las familias en Tijuana trabajan en «el transporte y la mano de obra», apunta Zepeda.

«La verdad está muy difícil lo que viene», asegura.

El gobierno de la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, también reconoce esa incertidumbre. Ha optado por esperar a conocer los aranceles de Trump antes de anunciar un plan económico «integral» para hacer frente a esta nueva amenaza.

Durante su descanso en una planta de Toyota a las afueras de Tijuana, Apolos Velas dijo que estos gravámenes darían un golpe brutal a la ciudad.

«Mucha gente se va a quedar sin trabajo», dice.

Ojo por ojo

En Tijuana, donde la pobreza y el crimen no dan tregua, no solo los empleados de fábricas y del transporte dependen de los miles de millones de dólares del intercambio comercial entre México y Estados Unidos.

Charito Moreno, quien vende burritos a los camioneros en un puesto junto a la barda fronteriza, dice que los aranceles lastimarían a toda Tijuana si las plantas despiden trabajadores.

«Toda la gente depende de esas empresas», afirma esta mujer de 44 años.

Si las compañías acuden al llamado de Trump para mover su producción a Estados Unidos, «sería muy trágico para Tijuana porque pues mucho trabajador se quedaría sin empleo», dice.

Al salir de un camión que lleva equipo para albercas a Estados Unidos, Antonio Valdez dijo que ahora los transportistas tienen más papeleo que entregar.

«Un trámite salía en una hora. Ahorita tardan todo el día en hacer el cálculo y el pago de impuestos» ya vigentes, dice, tras comprar un burrito y seguir su camino hacia Estados Unidos.

Aunque Sheinbaum ha descartado una respuesta del tipo «ojo por ojo, diente por diente», el camionero Alejandro Espinoza cree que México debe responder a Estados Unidos donde duele. Si imponen aranceles, «ya no les vamos a mandar aguacates. A ver cómo le hacen», dijo sonriendo.

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