Imagen: AFP
- Con frecuencia toma el micrófono en los actos públicos para defender los derechos de las mujeres o dedicarle canciones y palabras de afecto a Lula, llamándolo de «amor».
- «Quiero dar un nuevo significado al concepto de primera dama o ‘primera compañera’, enfocándome en temas prioritarios para las mujeres.
- Ella podría convertirse en primera dama no da entrevistas y revela poco sobre su intimidad.
Rosangela da Silva «Janja», socióloga que se casó con Lula da Silva este año, asegura que dará un nuevo significado al rol de primera dama en Brasil si el expresidente gana las elecciones.
De expresión sonriente y apariencia jovial, a sus 56 años —veinte menos que Lula— «Janja», como la apodaron sus amigos y pasó a ser conocida públicamente, se tornó una figura central en la campaña. Acompaña a su marido en reuniones, está en los bastidores de las conferencias de prensa y se muestra en redes sociales junto a artistas e «influencers» para atraer votos.
Con frecuencia toma el micrófono en los actos públicos para criticar con voz serena al presidente Jair Bolsonaro, defender los derechos de las mujeres o dedicarle canciones y palabras de afecto a Lula, llamándolo de «amor».
Lula, de 76 años, dice estar enamorado de su tercera esposa «como si tuviera 20 años».
El expresidente se casó en 1969 con Maria de Lourdes da Silva, que murió dos años después por una hepatitis, y en 1974 lo hizo con Marisa Leticia, falleció en 2017 de un accidente cerebrovascular; con ella tuvo cuatro hijos.
«Cuando pierdes a tu mujer y piensas que la vida no tiene más sentido, que todo acabó, aparece una persona que empieza a darle sentido nuevamente», dijo Lula este año a la revista Time.
El beso fuera de prisión
Rosangela da Silva nació en la frontera de los estados Santa Catarina y Paraná, en el sur de Brasil. Estudió Sociología en la Universidad Federal de Paraná. Trabajó durante casi 20 años para la empresa de energía Itaipú Binacional en Curitiba, la capital de ese estado.
Se afilió desde 1983 al Partido de los Trabajadores (PT) cofundado por Lula. Se define a sí misma como una auténtica «petista con carné».
Iniciaron su relación a fines de 2017, durante un evento que reunió a activistas y artistas de izquierda, entre ellos Chico Buarque.
Pero el romance se mantuvo en secreto hasta mayo de 2019, cuando Lula ya llevaba más de un año preso tras ser condenado por corrupción en el caso Lava Jato, según el biógrafo del exmandatario Fernando Morais.
«Lula está enamorado y su primer proyecto al salir de prisión es casarse», reveló uno de sus allegados tras visitarlo en prisión.
La liberación de Lula en noviembre de 2019, tras un cambio de jurisprudencia sobre el cumplimiento de penas.
Junto a familiares y dirigentes del PT, Rosangela lo esperó a la salida de la cárcel de Curitiba y se besaron frente a la multitud que los arropaba.
La boda se celebró dos años y medio después, el pasado 18 de mayo, en un barrio acomodado de Sao Paulo. Cerrado a la prensa, el evento convocó a cerca de 200 invitados, entre familiares, políticos y artistas.
Politizada, feminista y «amuleto» de Lula
«Quiero dar un nuevo significado al concepto de primera dama o ‘primera compañera’, enfocándome en temas prioritarios para las mujeres, como la inseguridad alimentaria o la violencia doméstica», dijo durante un acto en Rio de Janeiro a fines de agosto.
Es una persona «muy politizada, tiene una buena cabeza política y es muy feminista», reveló Lula el año pasado en una entrevista con el rapero Mano Brown.
Desde que Lula obtuvo la anulación de sus condenas y quedó habilitado para disputar la elección, Rosangela pasó a acompañarlo en la mayoría de sus compromisos, incluidos sus viajes a Europa y México.
En el lanzamiento de su candidatura este año, le dedicó públicamente su «regalo de bodas»: una reedición del célebre jingle electoral de Lula de 1989, regrabado por varios artistas para la actual campaña.
La que podría convertirse en primera dama no da entrevistas y revela poco sobre su intimidad. Según la revista Veja, estuvo casada hace más de una década y no tiene hijos.
Pero su protagonismo creciente en la campaña ha multiplicado su presencia en la prensa local, que llegó a calificarla de «amuleto» del expresidente en un reportaje del portal UOL.
Lula dijo en una entrevista reciente que «Janja» es dueña de su «propio pensamiento» y que tendrá «la libertad de pensar lo que quiere hacer» si él gana la presidencia.