Imagen: Peter Fox/Getty Images/Red Bull Content Pool; © Red Bull Media House; Instagram/Pyry Salmela (@pyry.salmela)
- El entrenador de rendimiento es la figura más cercana a los pilotos de la F1, ya que su labor consiste en prepararlos física y mentalmente para rendir al máximo.
- Business Insider México platicó con Pyry Salmela, actual entrenador de rendimiento de RB, y Michael Italiano, quien desempeñó dicho puesto hasta 2023.
- Ambos compartieron qué implica este trabajo, cómo acompañan a los pilotos y cómo los apoyan en los momentos más difíciles de sus carreras.
Ver esta publicación en Instagram
Los mitos más grande sobre la F1 son que no es un deporte y que los pilotos no requieren de un entrenador
Salmela e Italiano coincidieron en que el mito más grande que existe sobre la F1 es que no es un deporte, pues se cree erróneamente que “todo el trabajo” lo hace el auto.De acuerdo con el australiano, esto se debe a que para una persona promedio es difícil identificarse con un piloto profesional. La referencia más cercana que pueden tener es cuando conducen en carretera, una experiencia que está muy alejada a una carrera en la máxima categoría.“Estos autos son muy diferentes”, señaló. “Es muy fácil identificarse con un futbolista porque tú puedes ir a un campo de futbol, patear una pelota y entender lo difícil que puede ser tener esa habilidad”. “Realmente no puedes entender la F1 porque no has estado en esa situación. Entonces, realmente es difícil explicar las demandas físicas de la fuerza G en el cuerpo”.Michael Reid, profesor de fisiología aplicada y kinesilogía en la Universidad de Florida, publicó un artículo en The Conversation en el que asegura que un piloto de carreras enfrenta desafíos únicos que requieren fuerza, resistencia y coordinación ojo-mano.Para complicar las cosas, también compiten en un vehículo que podría ser descrito como un “horno en movimiento”. Asimismo, los aspectos de las carreras —como la velocidad, la configuración de la pista y el estrés mental de la competencia— imponen exigencias al corazón.Salmela también afirmó que otro gran mito que existe, y que va de la mano con el anterior, es que los pilotos no deben entrenar para manejar o que incluso no necesitan un entrenador de rendimiento.“Para mí, diría que una de las claves es que siempre tengan una persona a su lado que esté enfocado en todos los elementos relacionados con su desempeño”, dijo. “Simplemente los ayuda con su día a día”.“Realmente, creo que este es un beneficio gigantesco. Luego sigue el resto”, agregó.A la hora de entrenar su físico, los pilotos suelen trabajar cuatro áreas específicas:- Cuello: el entrenamiento se hace en una máquina en la que se colocan unos contrapesos que simulan los movimientos de los monoplazas. El piloto debe resistirlos y tratar de estabilizar su cuello.
- Brazos y hombros: se utiliza una máquina que simula el volante y el asiento del vehículo, pero con un lastre de hasta 20 kilos, lo cual aumenta la intensidad del ejercicio.
- Tren superior: los pilotos se sientan sobre una pelota fitness mientras sostienen un balón medicinal con ambas manos frente al pecho.
- Piernas: los pilotos entrenan en la prensa e impulsan un peso cercano a los 100 kilos, lo cual también hacen de manera individual.
El entrenador de rendimiento sabe leer al atleta para implementar planes a largo plazo
Italiano compartió con Business Insider México que una de las principales características que debe tener un entrenador de rendimiento es un umbral muy alto de inteligencia emocional, al igual que saber leer a su atleta.“Saber cuando esta contento, cuando necesita una ‘caja de resonancia’ o ser motivado”, especificó. “En la naturaleza de un entrenador esa es una habilidad que desarrollas subconscientemente con el tiempo”.Para el australiano también fue beneficioso comenzar a trabajar con Tsunoda, pues le ha dio la oportunidad de reforzar conocimientos e implementar otros estilos de entrenamiento.“Es una dinámica completamente diferente. Ha retado mi filosofía de entrenamiento, ya que Yuki es un piloto que se maneja mucho por los datos, mientras que Daniel no es así”, detalló. “Son diferentes estilos de entrenamiento que debes adoptar”.Salmela —quien tuvo un temporada radicalmente diferente al entrenar a tres pilotos diferentes— también vio el constante cambio de atletas como una oportunidad para desarrollarse profesionalmente.
“Me ha dado mucha perspectiva. Ha pasado bastante rápido. Siempre prefieres ser proactivo, pero este ambiente ha sido muy reactivo. Así que para un desarrollo profesional ha sido genial, aunque por supuesto que apoyas y tratas de hacer lo mejor para el piloto que está en el auto”, dijo.“Por lo tanto esperas que haya algo de estabilidad y así colaborar con ellos”, agregó.Aunque ambos entrenadores de rendimiento se vieron abiertos y positivos al cambio, Italiano coincidió en que se necesita tiempo con el atleta para poder ver resultados.“No queremos cambiar de piloto con tanta frecuencia porque hay cosas que tú implementas como entrenador que toman tiempo. No estás apostando al corto plazo”, comentó.“Verás las ganancias al largo plazo, por lo que necesitas tiempo. Ahí es donde realmente puedes hacer una diferencia como entrenador”.
Cómo lidiar con los momentos difíciles depende de cada piloto
Ser piloto de F1 no consiste únicamente de las pole positions, los podios, las victorias y los Campeonatos Mundiales. En su mayoría, hay días muy duros en los que no se obtienen los resultados esperados y de los que hay que levantarse.Según Salmela, cómo lidia un entrenador de rendimiento con estos momentos depende mucho del atleta con el que estén trabajando.“Algunos prefieren procesarlo solos. Necesitan un tiempo para digerirlo, para que después tu puedas implementar un plan para seguir adelante. Hay otros que prefieren enfrentarlo directamente”, dijo.“En el proceso, lo primero que tienes que hacer es estabilizar la situación. Después haces un rápido análisis y a partir de este construyes un plan”.Por su parte, el método que utiliza Italiano se basa en hacer que su piloto comience a hablar.“Al ser atletas profesionales hay muchas demandas externas y distracciones externas. Sus vidas están muy ocupadas y no tienen el tiempo de reflexionar sobre ellos internamente y lidiar con cómo se sienten”, afirmó. “Por eso, lo más importante para mí es hacerlos hablar”.
Sin embargo, para que esto sea posible, el entrenador de rendimiento tiene que construir una relación de confianza con el deportista, que muchas veces parte de él también sea honesto y abierto.“Me gusta ganar su confianza para que puedan abrirse y platicar sobre cómo se sienten y con qué están lidiando. A partir de ahí, lo apoyo. Para eso estamos los entrenadores”, dijo.“Esa es la filosofía que utilizo con Yuki. Al ser un piloto joven (23 años), hay mucho en el ambiente con lo que actualmente está lidiando. Probablemente, no lo han preparado para ello, así que a veces hay que tomar un paso atrás”, agregó.
Los entrenadores de rendimiento se apoyan en los nutriólogos deportivos
Al igual que con cualquier otro deporte de alto rendimiento, una alimentación balanceada y nutritiva es necesaria para que los pilotos de la F1 puedan llevar sus cuerpos al límite en la pista.Los pilotos pueden perder entre 600 y 1,500 calorías en un Gran Premio por todo lo que sudan a lo largo de dos horas. Esto puede convertirse en la perdida de entre tres y cinco kilos de su peso corporal.Esto se debe a las altas temperatura que hay dentro de las cabinas de sus monoplazas (que pueden alcanzar los 50ºC durante una carrera) y a la fuerza g que experimentan, informó Milenio.No obstante, la alimentación no solo importa a la hora de la carrera. El peso juega es una de las claves aerodinámicas en los monoplazas de la máxima categoría. De hecho, el reglamento de la temporada 2023 asegura que el peso mínimo obligatorio del auto y los pilotos no debe sumar 768 kilos.En un fin de semana de carrera lo más difícil es lidiar con las variables que no puedes controlar
Italiano recordó la primera vez que estuvo en un GP de la Ciudad de México. Era 2018 y trabajaba con Ricciardo, quien ese año ganó el GP de Mónaco, una de las tres carreras que forman parte de la triple corona del Automovilismo.No obstante, en los siguientes meses, el piloto no volvió a subir al podio, por lo que ya existía presión sobre él. En el Autódromo Hermanos Rodríguez, Ricciardo consiguió la pole position, pero no pudo aprovechar esta ventaja, ya que en la carrera tuvo que retirarse por fallas en su monoplaza.“El reto más grande es lidiar con todos esos factores incontrolables en la F1. Hay muchos parámetros que se salen de tu control, como fallas en la caja de cambios, en el motor o un neumático ponchado”, dijo.“Estos elementos pueden ser muy frustrantes para el piloto, porque si todo estuviera bajo su control sería fácil. Es una montaña rusa de emocional y como entrenador tienes que mantener a tu atleta con una buena mentalidad constantemente”.De acuerdo con Salmela, a estos factores también hay que sumar todas las partes interesadas que quieren ver a los pilotos: aficionados, periodistas, patrocinadores, directivos de la FIA y la F1, etc.“Tienes que encontrar la manera de poder darle un poco de su tiempo a cada uno de ellos. Hay que unir todas las piezas del rompecabezas”, añadió.Lo mejor de ser un entrenador de rendimiento en la F1 es la intensidad del trabajo y viajar por el mundo
Ser un entrenador de rendimiento en la máxima categoría del automovilismo implica saber resolver problemas constantemente, que resulta ser la parte favorita de Salmela.“La parte más retadora es la más interesante”, compartió. “Prácticamente eres la última persona que el piloto ve antes de entrar en su auto, pero también eres la primera que ve cuando sale de este”.“Entonces, simplemente la intensidad de esta relación de trabajo es algo único”, agregó.En el caso de Italiano, lo que más disfrutaba era el estilo de vida que conllevaba este rol. Por ejemplo, viajar por el mundo y conocer diferentes culturas.“No te das cuenta de qué tan grande es hasta que haces algo como la F1 y viajas a 20 o 24 países en un solo año”, aseguró. “Es increíble poder experimentar las diferentes culturas y entender cómo funciona el mundo”.El trabajo de ambos entrenadores de rendimiento es arduo una vez que entran a un circuito, pero días antes de que comiencen las actividades en la pista, tienen la oportunidad de visitar y conocer las ciudades en las que se compite.En el caso de la Ciudad de México, Salmela tiene amigos cercanos que vive ahí y se han dado la tarea de mostrársela; mientras que Italiano presume ser un gran conocedor de los lugares que sirven la mejor comida de la ciudad. Sí, incluyendo los icónicos y tradicionales tacos.