- Microplásticos, arsénico y plaguicidas son algunos de los contaminantes más comunes del agua que bebemos.
- El consumo masivo de agua embotellada agudiza la crisis climática y la reciente ola de calor aumentó su demanda 56.6%.
- Se estima que 50% de los garrafones de Ciudad de México podrían estar contaminados con bacterias y materia fecal, según un estudio del IPN.
La crisis hídrica ya es una realidad de la Ciudad de México (CDMX) y otras ciudades alrededor del mundo. Todas ya padecen las primeras consecuencias: agotamiento de fuentes naturales, desigualdad en el acceso del líquido y generación de residuos plásticos, consecuencia del consumo masivo de agua embotellada.Optar por el consumo de agua embotellada ha agudizado los problemas de contaminación ambiental debido a los envases plásticos, sin embargo los consumidores recurren a ella debido a la desconfianza en la calidad del agua potable. El problema es que esto ha generado una proliferación en botellas de plástico difíciles de gestionar y que perpetúan el ciclo de contaminar el agua, haciendo que continúe la demanda de botellas.
El impacto del agua embotellada
Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelan que entre los principales productos químicos presentes en el agua que acarrean riesgo son:
- arsénico
- fluoruros
- nitratos
- fármacos
- plaguicidas
- microplásticos
Por otra parte, un estudio realizado por el Instituto Politécnico Nacional (IPN) reportó que en la Ciudad de México, al menos 50% de los garrafones que utiliza la población para beber agua embotellada, están contaminados con bacterias y materia fecal.La solución a este problema durante muchas décadas ha sido embotellar el agua en envases elaborados con plástico.Cada año se producen más de 500,000 millones de botellas de plásticos de un solo uso y cada minuto se compran un millón de botellas de plástico a nivel global, de las cuales solo una se recicla; las restantes terminan en los océanos, donde tardan cientos de años en descomponerse.A esta situación se suma la ola de calor que continuará hasta junio y en la que algunos estados superará los 45°C. Esto ha ocasionado un aumento en la demanda de agua embotellada de 56.6% y un incremento en el costo de entre 2 y 3 pesos por botella, según estimaciones de la Asociación Nacional de Pequeños Comercios (ANPEC).Pero las botellas de plástico son un paliativo para la escasez. “Las alternativas sostenibles como las botellas reutilizables o purificadores para obtener agua de buena calidad sin necesidad de consumir líquidos embotellados son esenciales para mitigar el impacto del plástico. Es fundamental trabajar en la democratización del agua e implementar soluciones que garanticen que la población tendrá agua de buena calidad sin importar su condición económica o ubicación geográfica”, señala Lucas Barrionuevo, cofundador y director de Pura.“La crisis hídrica que vivimos en México nos exige revaluar nuestras prácticas de consumo. Cada botella de plástico que utilizamos no solo afecta nuestro entorno inmediato, sino que contribuye al deterioro ambiental global”, concluye Barrionuevo.