Otros siete días ya son historia y, por fortuna, fue fácil dar con al menos un hecho positivo.

¡Allá vamos!

Lo bueno

El 19 de marzo, el presidente Andrés Manuel López Obrador firmó un compromiso de no reelección.

No cabe duda que es un hecho para calmar las voces de la oposición, pero al final, hay dos caminos…

Por un lado, si AMLO cumple y deja el cargo conforme marca la ley, tendrá ya un motivo para ser recordado como un hombre de palabra.

Y por el otro, si no cumple y busca la reelección, existirá entonces el antecedente para reclamar todos juntos para que cumpla su compromiso.

Mientras tanto, todos podemos hacer «lo nuestro» -políticos,  sobre todo ustedes- pues el país no mejorará solo.

Lo malo

Hace unos días, el diputado del Congreso de Nuevo León, Juan Carlos Leal Segovia, fue expulsado de Morena por su postura en contra del aborto y del matrimonio igualitario.

El partido decidió cancelar su registro por ir «en contra de los estatutos» del instituto político.

¿Pero por qué en Morena se esperaron hasta ahora para echarlo?

Basta con dar un vistazo a las redes sociales de Leal Segovia para conocer sus posturas sobre dichos temas.

Incluso, en diciembre, fue acusado de hacer comentarios homofóbicos en una publicación de Facebook…

¿Con qué filtro es que los partidos escogen a sus integrantes?, ¿no se supone que juntos siguen (algo así como) una ideología?, y esas preguntas van para todos.

Esta clase de sucesos parecen no tener repercusión en el ciudadano de a pie, pero no olvidemos que quizá uno de estos hombres y mujeres termine como alcalde, ministro, juez o presidente, algún día.

Lo feo

Afortunadamente las redes no se cansan de exponer a personajes nefastos.

Ahora tocó turno a #LadyTeMato que, armada con un celular, amenazó con «desaparecer» a un policía de Tránsito, en un puesto de Alcoholímetro, en Cancún, Quintana Roo.

¿Lo interesante? Se dijo que esta mujer es hermana de Laura Beristain, alcaldesa de Solidaridad.

Esto último fue desmentido por la gobernante de aquel municipio.

Sin embargo, es claro que la prepotencia no la tienen nada más quienes ocupan los altos cargos, sino también sus allegados y hasta quienes se imaginan poderosos.

Puede que sea buena hora para crear una ley que proteja a las autoridades de personajes similares.

En el caso de #LadyTeMato, la mujer fue tan ofensiva con el oficial como su «barrio» le permitió y, lo mejor, ni siquiera se identificó con los policías pues ella sólo era la copiloto.