CIUDAD DE MÉXICO,- France Bégin asesora regional en Nutrición de Unicef señaló que amamantar a los bebés con leche materna desde el momento en que nacen hasta los seis meses de edad, se salvarían más de 800 mil vidas; sin embargo en el mundo uno de cada dos recién nacidos no recibe lecha materna en la primera hora que transcurre después de su nacimiento, alertó el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.
Quienes no beben leche en esa hora son privados de los nutrientes, los anticuerpos y el contacto con la piel de sus madres que son esenciales para protegerlos de las enfermedades y de la muerte, abundó la especialista.
“Hacer que los bebés esperen demasiado tiempo para tener el primer contacto fundamental con su madre fuera del útero disminuye las posibilidades del recién nacido de sobrevivir, limita la producción de leche y reduce las posibilidades de la lactancia materna exclusiva”, señaló Bégin.
Además solo 43 por ciento de las personas menores de seis meses son amamantadas como forma exclusiva de alimentación, mientras que los bebés que no reciben leche materna en absoluto tienen 14 veces más probabilidades de morir que aquellos que son alimentados únicamente con leche materna, abundó.
“La leche materna es la primera vacuna del bebé, la primera y mejor protección que tiene contra la enfermedad y los trastornos”, resaltó Bégin.
Los progresos para lograr un aumento en el número de recién nacidos alimentados con leche materna en la primera hora de vida han sido lentos en los últimos 15 años, según indican los datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.
En el caso de México, “el número de niños que muere podría ser hasta cinco veces menor con algo tan sencillo como dar exclusivamente leche materna al recién nacido durante los primeros seis meses de vida y luego, complementada con otros alimentos hasta los dos años”, comentó a su vez la representante del Unicef en territorio mexicano, Isabel Crowley.
De acuerdo con la Encuesta de Salud y Nutrición (Ensanut) 2012, la principal razón que argumentan las madres para no amamantar es la sensación de no tener leche, por enfermedad de la madre o porque el recién nacido “no quiso el pecho”.
“La realidad es que con un buen acompañamiento, información y apoyo, los expertos y médicos aseguran que la mayoría de las mujeres podrían lograr una lactancia exitosa,” destacó Crowley.
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