ESTADOS UNIDOS.- El Proyecto Magenta, con el que Google busca enseñar creatividad a la Inteligencia Artificial (IA), logró componer su primera pieza musical, una melodía de 90 segundos de duración, compuesta de pocas notas sobre una base rítmica, que debió ser agregada en un segundo momento por el hombre.

El resultado, creado a través de redes neuronales «adiestradas» para la música, es una composición que podría escucharse con más probabilidad en el teclado de un niño antes que en el aula de un conservatorio, pero se trata del primer logro tangible del proyecto en el campo musical.

Recientemente se lograron resultados mejores en el área de la pintura: Google le enseñó a Magenta cómo crear obras de arte tomando como base fotografías, y la máquina de IA creó una serie de cuadros, que luego fueron subastados en San Francisco.

Todavía falta mucho por recorrer antes de que la IA llegue a dominar la pluma. Las primeras «ciber-composiciones» literarias resultaron algo parecido a unos poemas impregnados de melancolía, pero de muy dudoso valor artístico.

jcrh