MOSCÚ,- Reportes de las diferentes tripulaciones de la EEI han señalado que ante pequeños accidentes corporales prácticamente el dolor es inexistente, por ejemplo un golpe contra algún objeto. El involucramiento en una tarea para la cual ha habido una larga preparación, puede aumentar el umbral de dolor hasta en tres veces.

El reporte de esa experiencia, realizado por varios miembros de las tripulaciones en órbita, llevaron al experimento «algometría» o «medida del dolor», ya con un año de aplicarse y se prevé que siga por otros dos, citó la agencia Itar Tass.

Un cosmonauta que al fin se encuentra en órbita tras el largo e intenso periodo de preparación, experimenta un estado de euforia que eleva su ánimo y triplica su umbral de dolor debido al componente emocional, señalaron expertos rusos.

Ilya Rukavishnikov, investigador del Instituto de Estudios Biológicos y Médicos de la Academia Rusa de Ciencias, explicó a la agencia rusa que se ha visto que el umbral de dolor recibe la influencia de la adaptación a la gravedad cero.

Cuando el cosmonauta se adapta a la falta de gravedad, lo que sucede es que su umbral de dolor también se adapta de manera muy cercana a los indicadores terrestres, agregó.

Para investigar con la mayor precisión posible ese proceso es que se diseñó el experimento de medición del dolor, el cual consta de dos pruebas.

En la primera se somete un dedo a presión mediante un rodillo, y en el segundo con una placa caliente se toca un antebrazo, en ambos casos, con los cuidados necesarios para evitar daño.

En la primavera de 2015 comenzó ese experimento que ha sido aplicado a una docena de tripulantes de la EEI, y se espera que la participación de otros cosmonautas lleve a estadísticas confiables.

Además, se efectúan actividades similares antes de su vuelo orbital y cuando regresan a Tierra, a fin de determinar los métodos más apropiados para aliviar el dolor cuando sea necesite durante los vuelos espaciales.

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