* México es uno de los países con mayores ataques cibernéticos, que generan un alto costo para las empresas que los reciben.

El show director de Infosecurity México, Juan Manuel Rodríguez Ospina, estimó que en México los ataques cibernéticos representan un costo de ocho mil millones de dólares.

Si a ello se agrega que sólo 6.0 por ciento de Pymes tienen infraestructura adecuada para protegerse de ataques informáticos, se observa un panorama que obliga a mantener estrategias constantes de prevención y corrección.

Los datos cada vez están más comprometidos, “de hecho, somos el país con el mayor número de ataques tipo pishing”, dijo al tiempo de anunciar que Infosecurity México se llevará a cabo los próximos 22 y 23 de mayo.

A su vez, Erika Mata Sánchez, CISO de BBVA Bancomer, señaló que el panorama previsto es que para 2021 habrá un déficit mundial de 3.5 millones de profesionales en posiciones de ciberseguridad.

“Un campo en el que las mujeres han llegado a ocupar solo el veinte por ciento de puestos, aunque esto representa un crecimiento, ya que entre el 2013 y el 2015 no alcanzábamos ni 10 por ciento”.

En un comunicado, abundó que en el sector financiero solo hay 8.0 por ciento de mujeres dedicadas a la ciberseguridad, por ello hace falta impulsar la participación femenina en ese campo en todas las especialidades, desde la parte técnica, hasta la de estrategia.

Pierre-Claude Blaise, director general de la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), subrayó que el e-commerce en el país muestra un crecimiento constante, y de hecho alcanzó 204 millones de transacciones con tarjeta de crédito entre enero y septiembre del año anterior.

Puntualizó que de ese número, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) solo recibió mil 500 quejas, lo que muestra que existe un alto nivel de seguridad en el comercio electrónico.

“Por ello hemos confirmado que el consumidor en línea manifiesta una mayor confianza en el e-commerce conforme realiza más operaciones virtuales, pero de todas formas debemos contribuir a que el comprador se acostumbre a denunciar operaciones sospechosas o fraudulentas, sobre todo para contribuir a que se desarrollen mejores prácticas”.

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