* El pedófilo esparció los restos del menor por la ciudad.

Rusia se conmocionó con el caso de Ruslan Korolev, un niño de diez años que fue engañado y amenazado por un hombre de grotescas intenciones en las calles de Ortadnoe, San Petesburgo.

Las cámaras de la ciudad y de una tienda captaron los movimientos del pedófilo, identificado como Aleksandr Georgievsky, de 35 años de edad.

En las imágenes se aprecia al sujeto comprando dulces, con los que después atrae al menor en la estación de ferrocarril de la zona.

Después, entre amenazas y engaños consigue llevarse al chico a su departamento.

Según la investigación, una vez que estuvo a solas con el niño, abusó sexualmente de él, lo estranguló, descuartizó el cadáver y esparció los restos por la ciudad.

Como era de esperarse, las autoridades comenzaron a investigar cuando aparecieron algunas de las extremidades del menor. Después ligaron el caso con el reporte de desaparición de Korolev.

Las brutales pistas los condujeron a Aleksandr Georgievsky como principal sospechoso, pues ya había sido condenado por abuso infantil, delito por el que pagó tres años de condena en una cárcel.

Finalmente, las autoridades detuvieron al sujeto, quien confesó su crimen y hasta ayudó a la policía a dar con todos los restos del menor que distribuyó por la ciudad.

Los hechos ocurrieron a finales del año 2017, pero por fin un juez dictó sentencia en su contra por abuso sexual y homicidio.

La pena que se le impuso a Georgievsky, pese a que pidió clemencia, fue de cadena perpetua.

Imagen: Captura de video

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