* SpaceX y la Nasa tienen que descubrir de manera urgente la causa de la explosión, y la empresa de Elon Musk tendrá que construir un nuevo ejemplar de la cápsula.
La cápsula Crew Dragon de SpaceX explotó, efectivamente, el 20 de abril durante una prueba en tierra en el Centro Espacial Kennedy, dijo un senador estadounidense, cuestionado sobre lo que la Nasa llamó una «anomalía».
«La anomalía más reciente de SpaceX provocó la pérdida total de la cápsula», afirmó durante una audiencia el senador Richard Shelby, presidente de una comisión del Senado que administra el presupuesto de la Nasa.
El senador luego preguntó al administrador de la Nasa, Jim Bridenstine, si «como es tradición cuando se pierden los vehículos, la Nasa realizaría su propia investigación independiente».
El jefe de la Nasa respondió que la agencia espacial investigaría «de manera conjunta» con SpaceX.
«¿Así que no es una investigación estrictamente independiente?» continuó el senador.
«Esto no es estrictamente una investigación independiente», admitió Jim Bridenstine.
El accidente del 20 de abril representa un mayor problema del que la agencia espacial ha reconocido hasta ahora. Ni SpaceX ni la Nasa admitieron de manera oficial que fue una explosión, pretextando que la investigación está en curso.
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Pero una nube de humo fue fotografiada sobre el sitio, mientras que un video interno de la explosión se filtró de manera anónima en Twitter, causando un llamado al orden de la Nasa que confirmó indirectamente su autenticidad.
Se espera que la cápsula Crew Dragon se convierta en uno de los dos taxis de la Nasa para la Estación Espacial Internacional de aquí al fin del año. El primer vuelo tripulado, con dos astronautas, estaba previsto antes del fin del año.
El ejemplar que explotó el 20 de abril, durante la prueba de sus propulsores, tenía que ser lanzado por un cohete los próximos meses durante una prueba a escala real del sistema de emergencia, que le permitirá regresar a la Tierra si el cohete en algún momento tiene un problema.
SpaceX y la Nasa tienen que descubrir de manera urgente la causa de la explosión, y la empresa de Elon Musk tendrá que construir un nuevo ejemplar de la cápsula para remplazar la que explotó.
Todo esto pone en duda el objetivo de enviar en 2019 astronautas estadounidenses desde Estados Unidos, algo que Jim Bridenstine garantizaba en «un 100%» a principios de marzo pasado.
Foto: Spacex