CDMX, México.- Ha llegado la época de las vacaciones de primavera y con ella, la tentación de lucir un bronceado perfecto. Sin embargo, demasiada exposición a los rayos del sol, puede resultar contraproducente, incrementando la posibilidad de desarrollar cáncer de piel.
Cámaras de bronceado y actividades al aire libre, pueden jugar en contra de nuestra salud, si no tomamos las precauciones necesarias.
Especialistas, indican que los rayos ultravioleta, figuran entre las principales causas que provocan daños en la piel, aunque tampoco podemos dejar de lado la altura solar. ¿Qué es esto? bueno, pues entre más alto esté el sol, la radiación ultravioleta será más fuerte.
Por otro lado, la intensidad de la radiación ultravioleta varía a lo largo del día y los meses del año. La latitud afecta cuánto más cerca del ecuador, mayor será la radiación. A mayor altitud, la atmósfera es más delgada y absorbe una menor proporción de radiación ultravioleta, cada mil metros, la intensidad de la radiación aumenta entre 10 a 12%.
La intensidad de la radiación es máxima cuando el cielo está claro, pero puede ser alta incluso en días nublados, debido al efecto de reflexión de las partículas finas de agua. La capa de ozono absorbe parte de la radiación ultravioleta que podría alcanzar la superficie de la tierra. La concentración de ozono varía a lo largo del año e incluso durante en el mismo día.
Los efectos biológicos del sol son benéficos y están asociados a la síntesis de vitamina d, efectos anti-infecciosos y acción terapéutica en enfermedades cómo psoriasis y vitíligo. Sin embargo, las consecuencias nocivas pueden ser inmediatas o agudas como la quemadura solar o bien la exposición crónica y repetida puede promover el desarrollo de cáncer en las zonas más expuestas como cara, cuello, brazos y manos.
Para evitar los efectos dañinos del exceso de radiación solar, basta con algo tan sencillo como usar un filtro con factor 30 en adelante, aplicándolo cada 3 horas capa sobre capa, desde que amanece hasta que oscurece.
Hay que aplicarlo en cara, orejas, cuello, pecho, brazos, manos y piernas. Siempre media hora antes de la exposición.
En México no hay estadísticas sobre la frecuencia del uso de los protectores solares, pero en las entrevistas con especialistas de diferentes instituciones, servicios de dermatología y asociaciones médicas relacionadas a esta temática, se maneja que entre un 20 y 30 % de la población, aplica algún protector solar o protección física.
con información de Notimex
jcrh