TORONTO, CANADÁ,- De acuerdo a un artículo publicado en The American Journal of Clinical Nutrition, Jonathon Maguire, autor del estudio detalló que «los niños que toman leche desnatada o semidesnatada no tienen menos grasa corporal y, además no se benefician de los mayores niveles de vitamina D presentes en la leche entera», informa ABC.
La investigación fue realizada por médicos del Hospital St. Michael, quienes analizaron datos de 2,745 niños con edades comprendidas entre los 2 y los 6 años a los que tomaron muestras de sangre para analizar sus niveles de vitamina D y fueron objeto de mediciones para determinar su índice de masa corporal (IMC).
Los resultaron mostraron que los niños que tomaban leche entera tenían, en promedio, un IMC de 72 unidades inferior que aquellos que bebían leche semidesnatada. “Esta medida puede parecer pequeña, pero la misma puede representar la diferencia entre tener un peso saludable y padecer sobrepeso”, explicó Maguire.
Para el investigador la posible causa del aumento de pesos en los menores que consumen leche semi entera o deslactosada es que “los niños que tomaban leche entera se sintieran más saciados que aquellos que bebían las mismas cantidades de leche desnatada o semidesnatada. Y si no se sienten llenos tras beber la leche, la probabilidad de que tomen otros alimentos menos saludables o con más calorías es mucho mayor”.
En contraste con los resultados obtenidos por los médicos canadienses, la Academia Americana de Pediatría indicó que los niños deben tomar dos vasos diarios de leche semidesnatada para reducir su riesgo de obesidad infantil.
Por su parte los investigadores consideran que estos resultados son un claro indicio de que “las guías nutricionales actuales deben ser profusamente analizadas, en relación al consumo de grasa de la leche, para asegurar que inducen el efecto deseado”.
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