* Un grupo de paleontólogos ha descubierto un fósil de una especie desconocida de dinosaurio perteneciente al grupo de los saurópodos

En la Patagonia argentina, un grupo de paleontólogos ha descubierto una especie desconocida de dinosaurios, perteneciente al grupo de los saurópodos, los cuales se caracterizan por unas largas espinas óseas que cubren su cuello y espalda.

El fósil fue presentado en el Centro Cultural de la Ciencia de Buenos Aires, en donde se informó que el espécimen recibió el nombre de “Bajadasaurus pronuspinax”, que hace referencia a la Bajada Colorada, una formación geológica en la provincia de Neuquén.

Se estima que esta especie de dinosaurio vivió en la Tierra aproximadamente hace 140 millones de años.

Al respecto, Pablo Gallina, una de los cuatro paleontólogos que realizó el descubrimiento explicó a Efe que el “Bajadasaurus” es uno de los dinosaurios de cuello largo.

“Los saurópodos son los grandes dinosaurios de cuello largo y cola larga que son herbívoros y llegaron a tamaños colosales de 40 metros de largo, pero particularmente esta es una familia chica dentro de los saurópodos, por lo que tendrían aproximadamente 9 o 10 metros de largo”, contó.

Aterradoras espinas

Gallina, también investigador del Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas), señaló que a este animal le acompaña el término de “pronuspinax”.

“Algo muy característico de este nuevo dinosaurio, es la presencia de una espinas muy largas y que apuntan hacia adelante en todo el cuello”.

Los investigadores tienen varias hipótesis sobre la función de estas espinas; algunos comentaron que se trata de una especie de vela para regular su temperatura corporal, otros como Gallina creen que se trata de una estructura para la defensa.

“No sería una defensa activa, sino una defensa pasiva, o sea una defensa de alerta. Son estructuras que dan alerta a los carnívoros que puedan acercarse. Un carnívoro se acerca, ve una estructura gigante espinosa y se lo piensa dos veces”, explicó el paleontólogo.

Los primeros restos del “Bajadasaurus pronuspinax” fueron halladas a finales de 2013 y desde entonces los especialistas llevaron a cabo un “largo” proceso para la limpieza de los fósiles, visitas a distintos museos y la comparación de estas piezas con las de otras especies.

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