BRUSELAS,- El resultado de una investigación llevada a cabo por la Comisión Europea (CE) y la OCDE, determina que la población de la Unión Europea (UE) vive más años, pero debe enfrentar el aumento de enfermedades crónicas, la disminución de recursos y la falta de acceso a los servicios de salud.
El estudio “Panorama de la salud: Europa 2016” presentó una radiografía del estado de salud en los habitantes de 27 países europeos y recogió varias medidas para mejorar el acceso de los ciudadanos a una atención médica de calidad.
La CE y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) indicaron en el documento que la esperanza de vida supera hoy los 80 años en la mayoría de los países de la Unión Europea (UE), una cifra récord.
No obstante, cerca de 50 millones de europeos sufren enfermedades crónicas graves, lo que conlleva un costo anual de 115 mil millones de euros para la economía comunitaria. El informe también mostró que la proporción de adultos obesos entre la población europea aumentó de 11 por ciento en 2000, a 16 por ciento en la actualidad.
Más de medio millón de personas en edad de trabajar mueren todos los años de enfermedades que podrían evitarse, relacionadas con factores de riesgo como el tabaquismo o la obesidad, observó en rueda de prensa el comisario europeo de Salud, Vytenis Andriukaitis.
“Muchas vidas podrían ser salvadas primeramente centrando más recursos en la promoción de la salud y en estrategias de prevención de enfermedades para tratar los factores de riesgo, sostuvo el reporte. “En segundo lugar, mejorando la calidad de atención de enfermedades agudas y crónicas”, añadió.
Para el secretario general de la OCDE, José Ángel Gurría, los datos también revelaron la necesidad de reducir las desigualdades en el acceso y la calidad a la asistencia de salud en la UE.
“Europeos pobres tienen en media diez veces más posibilidad de encontrar problemas para recibir atención médica adecuada debido a motivos financieros”, aseveró el estudio. La proporción de la población europea mayor de 65 años de edad aumentó 10 por ciento en 1960; un 20 por ciento en 2015; y según estimaciones llegará a 30 por ciento en 2060.
Ese envejecimiento, combinado con el aumento de las enfermedades crónicas y la disminución de recursos, exigirá a los gobiernos europeos cambios en sus políticas de salud.
Los expertos recomendaron a la UE optimizar la organización de la atención primaria y comunitaria a fin de reducir los tiempos de espera y de hospitalización, y hacer más uso de versiones genéricas de medicamentos.
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