BOSTON.- Una nueva teoría relaciona a la obesidad en la adolescencia con el exceso de exposición a las pantallas, un estudio en Estados Unidos sugiere que eso también se aplica al televisor, computadoras, consolas, tabletas y los teléfonos inteligentes.

Un mínimo de cinco horas por día frente a la TV elevó un 78 por ciento el riesgo, con respecto de los adolescentes sin tiempo para mirar TV. Semejante «uso intensivo» de otras pantallas estuvo asociado con un 43 por ciento más riesgo de obesidad, según publica el equipo en Journal of Pediatrics.

«El escenario cambió tan rápido con respecto a cuánto tiempo usamos las pantallas móviles», dijo la autora principal, doctora Erica Kenney, investigadora de Harvard, Boston.

Su equipo analizó los resultados de una encuesta nacional realizada entre el 2013 y el 2015 a 24.800 adolescentes de noveno a 12º grado. Casi el 17 por ciento dijo que no miraba TV los días de semana y el 7,8 por ciento miraba cinco horas o más por día de TV.

Uno de cada cinco adolescentes pasa por lo menos cinco horas por día en la semana con una pantalla pequeña. Más del 25 por ciento de los varones y el 20 por ciento de las mujeres consumía por lo menos una gaseosa u otra bebida azucarada por día.

Dos tercios de los varones y tres cuartos de las mujeres no hacía ejercicio diario. El 14 por ciento de los participantes era obeso. Tras considerar la edad, el sexo, la etnia y el uso de otras pantallas, la exposición a la TV estuvo asociado con probabilidades significativamente más altas de consumir una o más bebidas azucaradas y un aumento del riesgo de obesidad.

Pasar más tiempo con otras pantallas estuvo independientemente asociado con un aumento de las chances de dormir poco, consumir más bebidas azucaradas y no hacer actividad física.

Pero el estudio no prueba que la TV o el uso de pantallas más pequeñas cause obesidad. Es posible que el exceso de exposición a las pantallas se deba a la obesidad, el sedentarismo o la fatiga, no a la inversa, según publican los autores.

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