CIUDAD DE MÉXICO,- A fin de probar su uso terapéutico en los niños con parálisis cerebral y trastorno congénito, un grupo de investigadores del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) realizan estudios en torno al control de juego Kinect. El modelo experimental busca diferencias y beneficios de la terapia, mediante el uso de interacción basada en el movimiento y comparadas con la rehabilitación tradicional en pacientes con parálisis cerebral, dijo la investigadora Ivett Quiñones Urióstegui.
El proyecto se desarrolla en el Laboratorio de Análisis de Movimiento del INR, donde los especialistas aplican a los seres vivos movimientos del cuerpo humano, para saber cómo se mueve un individuo durante, antes y después de una intervención quirúrgica o rehabilitación.
En una entrevista con la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Quiñones Urióstegui indicó que a través de dichos experimentos pueden estudiar la marcha humana, el balance y la postura, entre otros aspectos. La especialista mencionó que uno de los objetivos es dotar de instrumentación y técnicas que evalúen de manera cuantitativa el movimiento de pacientes para atender las enfermedades musculoesqueléticas.
“Con el boom de los juegos de interacción basados en movimiento como el Kinect, validamos si los movimientos que se realizan en los juegos de video (donde se baila, se corre y se salta) van a modificar la marcha del niño con parálisis cerebral”, indicó Quiñones Urióstegui.
“Diseñamos un programa de entrenamiento para comparar el uso de esta tecnología con la terapia convencional, en el que participaron niños con parálisis cerebral tipo hemiparesia espástica, una forma de parálisis cerebral que afecta un solo lado del cuerpo”, abundó.
Para el desarrollo del proyecto, cuya idea original es de la doctora María Elena Arellano, se separaron a los sujetos de estudio en un grupo de control y uno experimental, donde el primero recibió terapia física convencional. En tanto, el segundo tomó la terapia de interacción basada en movimiento, con el objetivo de saber si existe algún beneficio o situación que indique si el uso de Kinect ofrece ventajas terapéuticas.
“La terapia con Kinect ayuda a que el niño tome cierto ritmo y los movimientos se desarrollen cada vez más rápido. Al usar este tipo de sistemas existe la competitividad y la convivencia con otros niños que juegan al mismo tiempo, esto no lo tiene una terapia convencional”, refirió la especialista.
“Aunque no hemos medido el estímulo multisensorial, con Kinect observamos que los niños ponen más atención en el objeto que se mueve en la pantalla, la música, los colores, el movimiento. Hay más apego al tratamiento en comparación con la terapia convencional”, subrayó.
La doctora en alto rendimiento deportivo por la Universidad de Pablo de Olavide, España, señaló que se tienen que buscar opciones para ese tipo de padecimientos, a fin de aplicar las terapias en el hogar, con el objetivo de reducir costos y tiempos de traslado.
“Con la terapia de interacción basada en movimiento es posible desarrollar dispositivos o programas capaces de medir ciertos parámetros (movimiento de las articulaciones, velocidad) día a día, mientras el paciente juega, se observa si éste mejoró”, apuntó.
“Si no hay cambios, se modifica la terapia. Este es uno de los beneficios que brinda esta tecnología. Es una alternativa, no significa que será la forma terapéutica para todos los niños”, sostuvo.
En la actualidad, los especialistas buscan medir el balance en los niños para averiguar si éste se modificó con los juegos de video, y si hay beneficio en otras actividades de la vida cotidiana. Además, los científicos buscan aumentar el número de pacientes en el estudio para determinar que el uso de dicha tecnología es una alternativa terapéutica.
La investigadora resaltó que a través de los datos obtenidos en el estudio, los médicos del INR planean desarrollar juegos interactivos con fines terapéuticos, los cuales contengan los movimientos específicos indicados por el especialista.
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